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Julián Vara Bayón
Dr. Ingeniero Industrial
Lic. en CC. Políticas, Económicas y Comerciales
Casado, tres hijos, 74 años.
Mi contacto con el mundo de los iconos tuvo lugar de la mano del P. Ivan Marko RUPNIK S.J. con ocasión de las obras en la capilla del Colegio Mayor de San Pablo, en 2009, de cuya decoración se encargó el Centro Aletti, que él dirige.
No es posible convivir unos días con el P. Rupnik y los artistas del Centro Aletti, estar inmerso en la belleza de su obra, y respirar la atmósfera de amor a Cristo y a la Iglesia que sabe engendrar en su trabajo, sin salir hondamente trasformado.
Él me ha enseñado a mirar los iconos. Mejor dicho, a contemplar y leer la catequesis que trasmite cada uno; a recoger la experiencia personal que de su fe el iconógrafo ha plasmado en su tablilla, a escuchar al personaje representado, que se dirige a mí y me habla a través de la luz y el color.
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La Virgen María
1.-Introducción
Abordamos en estas páginas dedicadas a la iconografía específica de la Madre de Dios -distinguida de la que recoge los múltiples aspectos de su vida, que se contemplan en el conjunto de las que pueden consultarse en “Las fiestas marianas”-, sabiendo que ello es una tarea imposible, porque los misterios de la Salvación son un trasunto del inabarcable amor divino. Pero es la sensibilidad del pueblo cristiano y la entrañable relación que le liga hacia la Madre de Cristo, dada como madre a todos nosotros por su mismo Hijo, quien ha creado una interminable relación de cercanía, de amparo, de amor hacia María. Ésta, además, ha multiplicado tanto sus intervenciones milagrosas hacia las comunidades, ciudades y naciones o, simplemente, hacia cristianos individuales, que se han vuelto hacia ella en situaciones de temor o angustia, de dolores y guerras, de enfermedades o catástrofes, que no hay pueblo que no conozca en su historia la decisiva intervención de María. Es la memoria colectiva de todas estas intervenciones la que da razón del porqué de esta inabarcable muestra de devoción mariana que reflejan los iconos de la Madre de Dios.
2. La historia
"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo"
"No temas María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús".
"¿Cómo será eso, pues no conozco varón?".
"El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios".
(Confr. Lc 1, 28-38)
Desde los primeros tiempos el pueblo cristiano ha considerado que este "hágase" de la Virgen puso en marcha de manera irrevocable el plan divino de salvación y, por ello, ha visto a María como la "zarza ardiente que no se consume", como el arca de la "nueva Alianza", etc.
Su "hágase" es, también, su aceptación a ser esposa del Espíritu Santo, madre de Jesús. Esta condición de "theotokos" (útero de Dios) la hace verdaderamente madre de la segunda persona de la Santísima Trinidad, cuando ésta se hace hombre sin perder su condición divina y, de ahí, el rosario de prerrogativas que hacen su humanidad verdaderamente excepcional. hasta el punto de que fue la primera salvada por Jesucristo en la admirable anticipación con que el Padre le aplicó la Gracia obtenida por su hijo.
3. La iconografía
El icono de la Virgen es el más frecuentemente dibujado por los iconógrafos entre los siglos V y XVII, especialmente a partir del Concilio de Efeso, del 431. Normalmente aparece hierática, majestuosa y con mirada entristecida, con la cabeza cubierta, según tradición de las mujeres hebreas de su tiempo en la situación de casadas, con un velo o manto, llamado maphorion. El color habitual del velo es rojo, y simboliza tanto el sufrimiento por su Hijo como su santidad. Bajo este velo, normalmente se ve un segundo velo azul, que simboliza la humanidad de la Virgen. A veces los colores se invierten, y vemos el azul en la tela exterior.
Todos los iconos bizantinos de la Virgen presentan tres estrellas pintadas en el velo: una en la frente y las otras dos en cada hombro de la Virgen María, simbolizando su virginidad antes, durante y después del parto. Otra interpretación señala que las tres estrellas son el símbolo de la Santísima Trinidad, y así explica el por qué la tercera estrella está cubierta, ya que el Niño que ella lleva es el Verbo, la segunda persona de la Trinidad.
Casi todos los iconos representan a la Santa Virgen con su Niño pequeño, en general con rasgos de adulto sostenido en un brazo, y mostrando un gran afecto entre la Madre y el Hijo. Hay algunos modelos donde aparece sola. Se dice tradicionalmente que el primer icono de la Virgen fue pintado por San Lucas Evangelista, según el tipo Hodigitria.
Hablando de estos iconos prototípicos, el prof. Uspensky, dice:
“La tradición ortodoxa atribuye los primeros iconos de la Virgen al evangelista San Lucas, quien habría pintado tres imágenes poco después de Pentecostés. Uno pertenece al tipo denominado “Eleusa”, que en español se denomina, sin mucha propiedad, “Virgen de la ternura”. Representa una caricia mutua entre Madre e Hijo, destacando un sentimiento humano, la ternura y el amor maternales. Se trata de la imagen de una madre que sufre profundamente por el suplicio que le espera a su hijo y que aguarda conscientemente y en silencio sus inevitables sufrimientos. La segunda imagen es la que corresponde al tipo denominado Hodigitria (Odegetria), es decir, “la que indica –o lleva por- el camino”. En este caso, la Virgen y Jesús niño se representan de frente, vueltos hacia el espectador. Esta imagen hierática y majestuosa enfatiza la divinidad del Niño. En cuanto al tercer icono, éste representa a la Virgen sin su Hijo. L información sobre este icono resulta confusa y posiblemente se asimilaría al de la Virgen de la déesis , es decir, en oración, dirigiéndose a Cristo”. (L. USPENSKY, Teología del icono, pág. 59. Ed. Sígueme).
Poco después, añade:
“Además de las imágenes pintadas por san Lucas, la tradición habla de un icono de la Virgen realizado de modo milagroso y “no por mano de hombre”. Se trata de la denominada imagen de Nuestra Señora de Lidda”. (O.c., pág. 62)
Dicha tradición enseña que en Jerusalén los apóstoles Pedro y Juan rogaron a la Santísima Virgen María que visitara la ciudad de Lidda, de donde acababan de regresar tras haber creado un templo a ella dedicado, para bendecirlo, de manera que las oraciones desde allí dirigidas a su Hijo Jesús fuesen presentadas por ella misma a su divino Hijo. La Virgen les contestó afirmativamente: “Con alegría iré a Lidda y allí estaré con vosotros”.
Vueltos allí, vieron una imagen pintada "milagrosamente" en un pilar de la iglesia, una imagen evidentemente “no hecha por mano de hombre”, cuán icono “ageriopoyetos”, y atribuida inmediatamente a la voluntad de Dios. Los apóstoles recibieron el milagro como verdadera palabra de la Virgen hecha imagen, y desde entonces el icono de Nuestra Señora de Lidda es venerado como milagros y festejado los días 26 de junio y 8 de septiembre en toda Rusia.
La tradición enriquece más la leyenda de este icono hasta hacerlo aparecer en Roma, en el año 590 d.C. siendo papa Gregorio I. de manera tal que puede identificársele con el icono de la Madre de Dios "Salus Populi Romani”, que se venera en Santa María la Mayor.
La piedad popular ha dado lugar a una ingente diversidad de imágenes de la Virgen, cada una de las cuales tiene características específicas muy vinculadas con el lugar donde se le venera o del tema que representa, ya sea a su vida o referido a una festividad.
Una inicial clasificación de los iconos marianos, siguiendo la sencillez de Uspensky la podemos ver en la obra de Ernst Ros, que establece cuatro grandes grupos para ellos:
Ernst Ros estableció los siguientes grandes grupos donde clasificar los iconos marianos:
· La Virgen orante o Madre de Dios del Signo.
Iconos marianos de tema episódico
Iconos marianos de glorificación y laude
Iconos marianos de actual veneración popular
(ERNEST ROS LECONTE, Iconografía mariana bizantino-rusa)
Por la exhaustividad, sencillez y claridad de la exposición, mostramos una propuesta de clasificación de los iconos marianos debida a la prof. Dª Mercedes Castro
CLASIFICACION ICONOS VIRGEN* |
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Imagen triunfal, con la virgen |
Theotokos |
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como Sede de la Sabiduría |
Angelokistos |
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muestra a Cristo, Sabiduria divina |
Nicopoia |
(La V. que trae la victoria) |
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Kiriotisaa |
(V. señora y reina) |
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Kiriotisaa con santos |
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La Virgen que muestra el camino |
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(Odos= camino). |
Hodigitria |
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La tradición dice que este icono |
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fue pintado por S. Lucas. |
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Se la pinta de medio cuerpo, |
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sosteniendo al niño en brazo izq. |
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y con la otra mano mostrándole |
Ambito griego |
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V. del Perpetuo socorro |
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Ambito ruso |
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V. de Smolensko |
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V. de Tikvin |
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V. de Kazan |
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V. de Czestochowa |
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V. de Novgorod |
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V. coronada |
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Actitud de súplica |
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con las manos levantadas y palmas |
Blaquerniotissa |
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extendidas, tal como se ve en las |
Platytera |
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catacumbas romanas |
del Signo (muestra al Verbo encarnado) |
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Calcopratissa |
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de la Piedad |
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Agion Oros |
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en la Deesis |
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De la ternura |
Ambito griego |
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se caracteriza por la |
Brefokratusa (sostiene con las dos manos al Niño) |
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estrecha relación que se |
Glicofilusa (del dulce beso) |
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origina entre el Niño y la madre. |
Galactrofusa (V. de la leche) |
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Pelagonitsa (V. jugando con el niño) |
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Kardiotissa (presenta la pasión del Niño y su madre) |
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del beso en la mano |
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Konsolazione |
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Ambito ruso |
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de Vladimir (V. Elousa en ámbito ruso) |
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de Korsum (manos Virgen en cabeza y manos del Niño) |
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en ti se alegra |
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Puerta celeste |
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De adoración o laude |
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Laude a la Virgen |
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Akathistos |
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Axion esti |
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con suplicantes |
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(Dª MERCEDES CASTRO, Una propuesta de clasificación iconográfica de los iconos marianos)"
Además de la riqueza que muestra este directorio de los iconos que tienen por objeto la persona de la Virgen María, en otra parte de este sitio, agrupadas bajo el
el título de Fiestas marianas, contemplaremos los diferentes misterios de la vida de la Virgen María que han servido de inspiración a los iconógrafos cristianos y alimentan la piedad del pueblo de Dios.
4.-Oración
En el Glosario podemos ver una breve reseña del sentido que el himno Akathistos tiene en la liturgia ortodoxa, himno propio del tiempo de Cuaresma, pero que desde que san Juan Pablo II lo celebró en una vigilia de la Inmaculada se está introduciendo lentamente en la Iglesia romana.
Tiene una hermosa arquitectura en forma de acróstico, con 24 estrofas, ya que cada una de las estrofas empieza, por orden, con una de las 24 letras del alfabeto griego.
Las estrofas impares están compuestas por una introducción narrativa o teológica y una serie de doce alabanzas a la Madre de Dios, precedidas por el saludo del Ángel (Ave, Salve, Alégrate, según las diversas versiones de la palabra griega Chaire!). Estas alabanzas concluyen con la invocación: Ave, Virgen y Esposa, en griego Alégrate, Esposa no desposada.
Las estrofas pares, que son breves, tienen el aire de una contemplación narrativa de algún aspecto del misterio, son una alabanza teológica o cristológica y concluyen con la exclamación Aleluya.
El Himno está dividido en dos secciones, una evangélico narrativa y otra teológica doctrinal, de doce estrofas cada una. Todo tiene un denso contenido cristológico y mariano, con un lenguaje simbólico de alto valor poético. La primera parte narra poéticamente, con alabanzas a la Madre de Dios, los episodios del Evangelio de la infancia: anunciación, encarnación, visitación, nacimiento de Jesús en Belén, adoración de los pastores y los magos, huida a Egipto y presentación en el templo. El lenguaje simbólico se inspira en los misterios narrados. La segunda parte canta los misterios de la Madre de Dios, su maternidad, su virginidad, el misterio de la Virgen Madre, su lugar en la Iglesia, el simbolismo de su maternidad como fuente de los misterios de la Iglesia, su protección sobre todos los fieles. La última estrofa, con la cual se concluye el himno, aun cuando se recite parcialmente, es una ferviente invocación a María a quien se pide la salud del alma y del cuerpo.
El himno Akáthistos en su versión poética, que trata de acercarse al original griego, tiene el encanto de la belleza de los símbolos y metáforas que cantan a la Virgen María, compendio de la sabiduría y de la belleza de Dios.
PARTE HISTÓRICA (Episodios Evangélicos)
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1 | Un Arcángel excelso | 3 | Deseaba la Virgen | 5 | Con el niño en su seno, | |||
fue enviado del cielo | comprender el misterio | presurosa María | ||||||
a decir "Dios te salve" a María. | y al heraldo divino preguntaba: | a su prima Isabel visitaba. | ||||||
Contemplándote, oh Dios, hecho hombre | “¿Podrá dar a luz criatura | El pequeño en el seno materno | ||||||
por virtud de su angélico anuncio, | una Virgen? Responde, te ruego". | exultó al oír el saludo, | ||||||
extasiado quedó ante la Virgen, | Reverente Gabriel contestaba | y con saltos, cual cantos de gozo, | ||||||
y así le cantaba: | y así le cantaba: | a la Madre aclamaba: | ||||||
Salve, por ti resplandece la dicha; | Salve, tú guía al eterno consejo; | Salve, oh tallo del verde Retoño; | ||||||
Salve, por ti se eclipsa la pena. | Salve, tú prenda de arcano misterio. | Salve, oh rama del fruto incorrupto. | ||||||
Salve, levantas a Adán el caído; | Salve, milagro primero de Cristo; | Salve, al pío Arador tú cultivas; | ||||||
Salve, rescatas el llanto de Eva. | Salve, compendio de todos sus dogmas. | Salve, tú plantas quien planta la vida. | ||||||
Salve, oh cima encumbrada a la mente del hombre; | Salve, celeste escalera que Dios ha bajado; | Salve, oh campo fecundo de gracias copiosas; | ||||||
Salve, abismo insondable a los ojos del ángel. | Salve, oh puente que llevas los hombres al cielo. | Salve, oh mesa repleta de dones divinos. | ||||||
Salve, tú eres de veras el trono del Rey; | Salve, de angélicos coros solemne portento; | Salve, un Prado germinas de toda delicia. | ||||||
Salve, tú llevas en ti al que todo sostiene. | Salve, de turba infernal lastimero flagelo. | Salve, al alma preparas Asilo seguro. | ||||||
Salve, lucero que el sol nos anuncia; | Salve, inefable, la Luz alumbraste; | Salve, incienso de grata plegaria. | ||||||
Salve, regazo del Dios que se encarna. | Salve, a ninguno dijiste el secreto. | Salve, ofrenda que el mundo concilia. | ||||||
Salve, por ti la creación se renueva; | Salve, del docto rebasas la ciencia; | Salve, clemencia de Dios para el hombre; | ||||||
Salve, por ti el Creador nace niño. | Salve, del fiel iluminas la mente. | Salve, del hombre con Dios confianza. | ||||||
Salve, ¡Virgen y esposa! | Salve, ¡Virgen y esposa! | Salve, ¡Virgen y esposa! | ||||||
2 | Conociendo la Santa | 4 | La Virtud de lo alto | 6 | Con la mente en tumulto, | |||
que era a Dios consagrada, | la cubrió con su sombra | inundado de dudas, | ||||||
al Arcángel Gabriel le decía: | e hizo Madre a la esposa inviolable. | el prudente José se debate. | ||||||
Tu mensaje es arcano a mi oído | Aquel seno de Dios fecundado | Te conoce cual Virgen intacta; | ||||||
y difícil resulta a mi alma; | germinó como fértil arada | desposorios secretos sospecha. | ||||||
insinúas de Virgen el parto, | para todo el que busca la gracia | Al saber que es acción del Espíritu, | ||||||
exclamando: | y aclama: | Exclama: | ||||||
¡Aleluya! | ¡Aleluya! | ¡Aleluya! | ||||||
7 | Los Pastores oyeron | 9 | Contemplan los magos | 11 | El Egipto iluminas | |||
los angélicos coros | entre brazos maternos | con la luz verdadera | ||||||
que al Señor hecho hombre cantaban. | al que al hombre plasmó con sus manos. | persiguiendo el error tenebroso. | ||||||
Para ver al Pastor van corriendo; | Comprendieron que era Él su Señor | A tu paso caían los dioses | ||||||
un Cordero inocente contemplan | a pesar de su forma de esclavo; | no pudiendo, Señor, soportarte; | ||||||
que del pecho materno se nutre, | presurosos le ofrecen sus dones | y los hombres, salvados de engaño, | ||||||
y a la Virgen le cantan: | y a la Madre proclaman: | a la Virgen aclaman: | ||||||
Salve, Nutriz del Pastor y Cordero; | Salve, oh Madre del sol sin ocaso; | Salve, levantas al género humano; | ||||||
Salve, aprisco de fieles rebaños. | Salve, aurora del místico día. | Salve, humillas a todo el infierno. | ||||||
Salve, barrera a las fieras hostiles; | Salve, tú apagas hogueras de errores; | Salve, conculcas engaños y errores; | ||||||
Salve, ingreso que da al Paraíso. | Salve, Dios Trino al creyente revelas. | Salve, impugnas del ídolo el fraude. | ||||||
Salve, por ti con la tierra exultan los cielos; | Salve, derribas del trono al tirano enemigo; | Salve, oh mar que sumerge al cruel enemigo; | ||||||
Salve, por ti con los cielos se alegra la tierra. | Salve, nos muestras a Cristo el Señor y el Amigo. | Salve, oh roca do beben sedientos de vida. | ||||||
Salve, de Apóstoles boca que nunca enmudece; | Salve, nos has liberado de bárbaros ritos; | Salve, columna de fuego que guía en tinieblas; | ||||||
Salve, de Mártires fuerza que nadie somete. | Salve, nos has redimido de acciones de barro. | Salve, amplísima nube que cubres el mundo. | ||||||
Salve, de fe inconcuso cimiento; | Salve, destruyes el culto del fuego; | Salve, nos diste el Maná verdadero; | ||||||
Salve, fulgente estandarte de gracia. | Salve, extingues las llamas del vicio. | Salve, nos sirves manjar de delicias. | ||||||
Salve, por ti es despojado el averno; | Salve, camino a la santa templanza; | Salve, oh tierra por Dios prometida; | ||||||
Salve, por ti revestimos la gloria. | Salve, alegría de todas las gentes. | Salve, en ti fluyen la miel y la leche. | ||||||
Salve, ¡Virgen y esposa! | Salve, ¡Virgen y esposa! | Salve, ¡Virgen y esposa! | ||||||
8 | Observando la estrella | 10 | Portadores y heraldos | 12 | Simeón el anciano, | |||
que hacia Dios los guiaba, | de Dios eran los magos | al final de sus días, | ||||||
sus fulgores siguieron los magos. | de regreso, allá en Babilonia. | de este mundo dejaba la sombra. | ||||||
Era antorcha segura en su ruta; | Se cumplía el oráculo antiguo | Presentado le fuiste cual niño; | ||||||
los condujo ante Rey Poderoso, | cuando a todos hablaban de Cristo, | mas, al verte cual Dios poderoso, | ||||||
al llegar hasta el inalcanzable, | sin pensar en el necio de Herodes | admiró el arcano designio | ||||||
le cantan: | que no canta: | y gritaba: | ||||||
¡Aleluya! | ¡Aleluya! | ¡Aleluya! | ||||||
PARTE DOGMÁTICA (Misterios de la Fe) | ||||||||
13 | Renovó el Excelso | 15 | Habitaba en la tierra | 17 | Oradores brillantes | |||
de este mundo las leyes | y llenaba los cielos | como peces se callan | ||||||
cuando vino a habitar en la tierra. | la Palabra de Dios infinita. | ante ti, Santa Madre del Verbo. | ||||||
Germinando en un seno incorrupto | Su bajada amorosa hasta el hombre | Cómo ha sido posible no entienden | ||||||
lo conserva intacto cual era. | no cambió su morada superna. | ser tú Virgen después de ser Madre. | ||||||
Asombrados por este prodigio | Era el parto divino de Virgen | El prodigio admiramos tus fieles | ||||||
a la Santa cantamos: | que este canto escuchaba: | y con fe proclamamos: | ||||||
Salve, azucena de intacta belleza; | Salve, mansión que contiene el inmenso; | Salve, sagrario de arcana Sapiencia; | ||||||
Salve, corona de noble firmeza. | Salve, dintel del augusto misterio. | Salve, despensa de la Providencia. | ||||||
Salve, la suerte futura revelas; | Salve, del incrédulo equívoco anuncio; | Salve, por ti se confunden los sabios; | ||||||
Salve, la angélica vida desvelas. | Salve, del fiel inequívoco orgullo. | Salve, por ti el orador enmudece. | ||||||
Salve, frutal exquisito que nutre a los fieles; | Salve, carroza del Santo que portan querubes; | Salve, por ti se aturden sutiles doctores; | ||||||
Salve, ramaje frondoso que a todos cobija. | Salve, sitial del que adoran sin fin serafines. | Salve, por ti desfallecen autores de mitos. | ||||||
Salve, llevaste en el seno quien guía al errante; | Salve, tú sola has unido dos cosas opuestas; | Salve, disuelves enredos de agudos sofistas; | ||||||
Salve, al mundo entregaste quien libra al esclavo. | Salve, tú sola a la vez eres Virgen y Madre. | Salve, rellenas las redes de los Pescadores. | ||||||
Salve, plegaria ante el Juez verdadero; | Salve, por ti fue borrada la culpa; | Salve, levantas de honda ignorancia; | ||||||
Salve, perdón del que tuerce el sendero. | Salve, por ti Dios abrió el Paraíso. | Salve, nos llenas de ciencia superna. | ||||||
Salve, atavío que cubre al desnudo; | Salve, tú llave del Reino de Cristo; | Salve, navío del que ama salvarse; | ||||||
Salve, del hombre supremo deseo. | Salve, esperanza de bienes eternos. | Salve, oh puerto en el mar de la vida. | ||||||
Salve, ¡Virgen y esposa! | Salve, ¡Virgen y esposa! | Salve, ¡Virgen y esposa! | ||||||
14 | Ante el Parto admirable, | 16 | Todo el orden angélico | 18 | Por salvar todo el orbe, | |||
alejados del mundo, | asombrado contempla | el Divino Alfarero | ||||||
hacia el cielo elevamos la mente. | el misterio de Dios que se encarna. | hasta el mundo bajó, porque quiso. | ||||||
El Altísimo vino a la tierra | Al Señor, al que nadie se acerca, | Por ser Dios era Él Pastor nuestro; | ||||||
con la humilde semblanza de un pobre | hecho hombre, accesible, admira | se mostró por nosotros Cordero. | ||||||
y enaltece hasta cumbres de gloria | caminar por humanos senderos, | Como igual sus iguales atrae; | ||||||
a quien canta: | escuchando: | cual Dios oye: | ||||||
¡Aleluya! | ¡Aleluya! | ¡Aleluya! | ||||||
19 | Virgen, Madre de Cristo, | 21 | Como antorcha luciente | 23 | Celebrando tu parto, | |||
baluarte de las Vírgenes | del que yace en tinieblas | a una voz te alabamos | ||||||
y de todo el que en ti se refugia | resplandece la Virgen María. | como templo viviente, Señora. | ||||||
el divino Hacedor te dispuso, | Ha encendido la Luz increada; | Ha querido encerrarse en tu seno | ||||||
al tomar de ti carne en tu seno. | su fulgor ilumina las mentes | el que todo contiene en su mano, | ||||||
Y enseña a que todos cantemos | y conduce a la ciencia celeste | el que santa y gloriosa te ha hecho, | ||||||
en tu honor, oh Inviolable: | suscitando este canto: | el que enseña a cantarte: | ||||||
Salve, columna de sacra pureza; | Salve, oh rayo de sol verdadero; | Salve, oh tienda del Verbo Divino; | ||||||
Salve, umbral de la vida perfecta. | Salve, destello de Luz sin ocaso. | Salve, más grande que el gran Santuario. | ||||||
Salve, tú inicias la nueva progenie; | Salve, fulgor que ilumina las mentes; | Salve, oh Arca que Espíritu dora; | ||||||
Salve, dispensas bondades divinas. | Salve, cual trueno enemigos aterras. | Salve, tesoro inexhausto de vida. | ||||||
Salve, de nuevo engendraste al nacido en deshonra; | Salve, surgieron de ti luminosos misterios; | Salve, diadema preciosa de reyes devotos; | ||||||
Salve, talento infundiste al hombre insensato. | Salve, brotaron en ti caudalosos arroyos. | Salve, orgullo glorioso de sacros ministros. | ||||||
Salve, anulaste a Satán, seductor de las almas; | Salve, figura eres tú de salubre piscina; | Salve, firmísimo alcázar de toda la Iglesia; | ||||||
Salve, nos diste al Señor, sembrador de los castos. | Salve, tú limpias las manchas de nuestros pecados. | Salve, muralla invencible de todo el Imperio. | ||||||
Salve, regazo de nupcias divinas; | Salve, oh fuente que lavas las almas; | Salve, por ti enarbolamos trofeos; | ||||||
Salve, unión de los fieles con Cristo. | Salve, oh copa que vierte alegría. | Salve, por ti sucumbió el adversario. | ||||||
Salve, de vírgenes Madre y Maestra; | Salve, fragancia de ungüento de Cristo; | Salve, remedio eficaz de mi carne; | ||||||
Salve, al Esposo conduces las almas. | Salve, oh vida del sacro Banquete. | Salve, inmortal salvación de mi alma. | ||||||
Salve, ¡Virgen y esposa! | Salve, ¡Virgen y esposa! | Salve, ¡Virgen y esposa! | ||||||
20 | Impotente es el canto | 22 | Por querer perdonarnos | 24 | Digna de toda loa, | |||
que alabar presumiera | el pecado primero, | Madre Santa del Verbo, | ||||||
de tu gracia el caudal infinito. | el que paga las deudas de todos, | el más Santo entre todos los Santos. | ||||||
Como inmensa es la arena en la playa | de sus prófugos busca el asilo, | Nuestra ofrenda recibe en el canto; | ||||||
pueden ser nuestros himnos, Rey Santo; | libremente del cielo exiliado. | salva al mundo de todo peligro; | ||||||
mas no igualan los dones que has dado | Mas, rasgando el quirógrafo antiguo, | del castigo inminente libera | ||||||
a quien canta: | oye un canto: | a quien canta: | ||||||
¡Aleluya! | ¡Aleluya! | ¡Aleluya! | ||||||
(tomado de Valle de los Caídos)