Rezando con los iconos

"Así como la lectura de los libros materiales permite la comprensión de la palabra viva del Señor, del mismo modo el icono permite acceder, a través de la vista, a los misterios de la salvación" (Juan Pablo II, Duodecimum saeculum).

 

Los ángeles

Icono de ángel

 

3. Número y clases de ángeles
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

1. Consideraciones previas

1.1.-Cómo hablar hoy de los ángeles..
Basta asistir asiduamente a las catequesis u homilías de nuestras parroquias para advertir que la temática sobre los ángeles está desaparecida de los programas y, lo que es peor, de las convicciones de los creyentes. Ayuda a ello, además, el cientificismo que se ha apoderado del mundo profano, que considera el método científico como la única fuente de conocimiento. Por ello, si el cristiano no se mantiene firme en la conciencia de que las realidades que se conocen por la fe escapan al alcance y objeto de las ciencias profanas, su desenvolvimiento en estos campos pondrá en peligro su fe. Los ángeles pertenecen a un mundo cuya garantía de veracidad la da la fe, según la expresión de san Pablo:

"La fe es fundamento de lo que se espera, y garantía de lo que no se ve" (Heb 11, 1)

 

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1.2.-El mundo espiritual
El mundo de los ángeles conforma una realidad diferente de Dios y diferente de los hombres. Es un mundo que, respecto a lo que concierne al interés del hombre en la Historia de la Salvación, está lejos del núcleo esencial del mensaje salvífico.
Ángeles y demonios aparecen, no obstante, en el conjunto de la historia de la creación y, muy singularmente, en la historia de la alianza de Dios con el hombre, historia en que las potencias espirituales desempeñan diferentes papeles. Sus actuaciones hay que considerarlas integradas en la comunicación necesaria del plan de Dios, y a ellos como los mensajeros del único Dios que se nos revela actuando como Padre, Hijo y Espíritu Santo.

 

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1.3.-La lucha cósmica entre el bien y el mal.
El arcángel san Miguel vence a SatanásDel mismo modo que el mundo de los ángeles pertenece al necesario conocimiento del plan de Dios para el hombre, la existencia de Satanás y los demonios no puede eliminarse del conjunto de la revelación.
Cualquier creyente puede identificarse con el personaje de Job, el justo que ve cómo la desgracia se ceba en su economía, su familia y en él mismo. Recordemos cómo comienza el libro de Job:

«Un día los hijos de Dios se presentaron ante el Señor; entre ellos apareció también Satán. El Señor preguntó a Satán: «¿De dónde vienes?». Satán respondió al Señor: «De dar vueltas por la tierra; de andar por ella». El Señor añadió: «¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, que teme a Dios y vive apartado del mal». Satán contestó al Señor: «¿Y crees que Job teme a Dios de balde? ¿No has levantado tú mismo una valla en torno a él, su hogar y todo lo suyo? Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se extienden por el país. Extiende tu mano y daña sus bienes y ¡ya verás cómo te maldice en la cara!». El Señor respondió a Satán: «Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él ni lo toques».(Job 1, 6-12)

Y, así, la Biblia nos enseña cómo Satanás se pasea por la tierra, entre los hijos de Dios, y convierte al hombre justo en el campo de batalla donde se dirime la lucha que el Diablo plantea al plan de Dios. Y, simultáneamente, da cuenta también de que el mal existente en el mundo no se debe exclusivamente a la acción culposa del hombre y su pecado, sino también a la maldad diabólica de Satanás y sus huestes.

 

1.4.-Cristo, principio y fin de la historia
Ángeles, demonios y hombres aparecemos integrados en la única historia de salvación, que se inicia en Cristo y se consuma en él. Por ello, los ángeles y demonios tienen en Cristo su justificación histórica, y su realidad está sujeta al acontecer histórico de las sucesiones y de los tiempos.
En el AT las actuaciones angelicales son continuas y de muy diverso orden y, en cambio, con la llegada de Jesucristo, plenitud de la revelación e inicio del tiempo de la Iglesia, comienza un tiempo donde el papel de los ángeles se torna secundario ante la acción plena del Espíritu Santo, encargado de enseñarnos la verdad toda.

"Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo" (Jn1 , 17)
"Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce" (Jn 14, 16s).

Por el contrario, la cercanía de la Parusía hace que Satanás, absolutamente vencido por Cristo, redoble sus esfuerzos por la perdición de la humanidad.

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2.-Origen, naturaleza y misión de los ángeles

 

2.1.-Origen Las Sagradas Escrituras hablan acerca de la creación de los ángeles, así que está claro que no han existido desde la eternidad. San Pablo señala a los ángeles dentro de las criaturas creadas:

"porque en él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles. Tronos y Dominaciones, Principados y Potestades; todo fue creado por él y para él" (Col 1, 16).

No se conoce el momento de su creación, aunque un comentario de Dios en su diálogo final con Job parece indicar que ya estaban considerados "hijos de Dios" cuando éste creaba la tierra:

"¿Dónde estabas cuando cimenté la tierra?  Cuéntamelo, si tanto sabes. ¿Quién señaló sus dimensiones  (¡seguro que lo sabes!)  o le aplicó la cinta de medir?  ¿Dónde encaja su basamento  o quién asentó su piedra angular entre la aclamación unánime  de los astros de la mañana  y los vítores de los hijos de Dios?"(Job 38, 5-7).

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2.2.-Naturaleza La multitud de los ángeles

“La naturaleza de los ángeles es espiritual: son seres espirituales, sin cuerpo y sin mezcla alguna de materia” (SANTIAGO CANTERA, Ángeles y demonios, pág.36)

Cuando los ángeles se hacen visibles a los sentidos por lo regular adquieren forma de hombre. En la escena de Mambré,  Abrahán recibe la visita de tres visitantes angélicos, los cuales en un principio sólo parecen viajeros (Gen 18). En el capítulo siguiente dos ángeles fueron a Sodoma en donde se presentaron simplemente como dos visitantes humanos.

Sin más excepción que la visión de Zacarías: 

"Levanté los ojos y vi salir dos mujeres con el viento en sus alas, alas como de cigüeña; y alzaron el recipiente entre cielo y tierra" (Zac 5, 9).

los ángeles siempre adoptan figuras masculinas, como claramente se dice en el pasaje de la visita al sepulcro:

"Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de blanco".(Mc 16, 5)

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2.3.-Cuerpo

Poca cosa nos indica la Biblia sobre qué cosa sea el "espíritu" de que está formados los ángeles. Por vía negativa podemos afirmar que no son como nosotros, tal como lo indica el mismo Jesús en sus apariciones tras la resurrección:

"Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo"(Lc 24, 39). 

Una descripción más detallada la expresa Ezequiel cuando explica su visión inicial:

"en el centro de todo la figura de cuatro seres vivientes. Este era su aspecto: tenían forma humana, con cuatro rostros y cuatro alas cada uno.  Sus piernas eran rectas y las plantas de sus pies como las de un becerro. Brillaban como bronce bruñido.  Debajo de las alas tenían manos humanas por los cuatro costados; los cuatro tenían rostros y alas.  Sus alas se juntaban una a la otra. No se volvían al caminar; caminaban de frente.  Su rostro tenía este aspecto: rostro de hombre y rostro de león por el lado derecho de los cuatro, rostro de toro por el lado izquierdo de los cuatro, rostro de águila los cuatro.  Sus alas estaban extendidas hacia arriba: un par de alas se juntaban, otro par de alas les cubría el cuerpo.  Los cuatro caminaban de frente; avanzaban a favor del viento, sin volverse al caminar" (Ez 1, 6-12).

Sobre los querubines y serafines, leemos en Isaías:

"El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo.  Junto a él estaban los serafines, cada uno con seis alas: con dos alas se cubrían el rostro, con dos el cuerpo, con dos volaban" (Is 6, 1s)

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2.4.- Ministerio de los ángeles
El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que "con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan “constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mt 18, 10) son los “agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra” (CIC  329).

Ya hemos mencionado a modo de resumen algunos de los distintos servicios de los ángeles, "espíritus servidores" (Heb 1,14), ), porque “ángel” (mensajero, embajador, nuncio) designa el oficio, no el ministerio. Así, son ángeles propiamente cuando cumplen un servicio de mensajería. Es conocido el anuncio a la Virgen llevado a cabo por el Arcángel Gabriel, al igual que fueron anunciados otros personajes bíblicos como Isaac (Gén 18,9 ) o Sansón (Jue 13,2ss), por ejemplo.
 Los ángeles son mencionados 148 veces en el Antiguo Testamento y 74 en el Nuevo (OC, 28), haciendo muy variadas misiones. Así:


Proveen de pan a Agar (Gén 21:17-20), a Elías (1Rey 19,6), y a Jesús
Asisten a Cristo en momentos de fatigas especiales: después de las tentaciones y en Getsemaní.
Curan la ceguera de Tobías

Luchan directamente a favor de Judá:
"Aquella misma noche el ángel del Señor avanzó y golpeó en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres. Todos eran cadáveres al amanecer. Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento y regresó a Nínive, quedándose allí " (2 Rey 19,35s)

 

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3.-Número y clases de ángeles

Los nueve órdenes de los ángelesAun cuando Las Sagradas Escrituras no nos proporcionan un número exacto, se nos dice que el número de los ángeles es muy grande (Dan 7, 10; Mt 26, 53; Hb 12,22).

"¿Piensas tú que no puedo acudir a mi Padre? Él me mandaría enseguida más de doce legiones de ángeles". (Mt 26, 53)

"Miré, y escuché la voz de muchos ángeles alrededor del trono, de los vivientes y de los ancianos, y eran miles de miles, miríadas de miríadas" (Ap, 5, 11)

La Biblia  revela la existencia de un cierto orden y jerarquía en el mudo angélico, sin indicar gran cosa sobre su  organización:

"porque en él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles. Tronos y Dominaciones, Principados y Potestades; todo fue creado por él y para él". (Col 1, 16)

"Así, mediante la Iglesia, los principados y potestades celestes conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno" ( Ef 3, 10)

 

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3.1.-Clasificación de los ángeles

En De Coelesti hyerarchia,  el Pseudo Dionisio indica algunos pasajes del Nuevo Testamento, en particular en la Epístola a los efesios (6,  12) y en Epístola a los colosenses (1, 16), a partir de los cuales desarrolló un esquema de tres jerarquías, cada una de las cuales alberga tres órdenes o coros.

En orden de potencia decreciente los coros son los siguientes:

Primera jerarquía: serafines, querubines, tronos.
Segunda jerarquía: dominaciones, virtudes, potestades.
Tercera jerarquía: principados, arcángeles, ángeles.

 

Jerarquías de los ángeles

y las características de los mismos son las siguientes:
Serafines - del griego "séraph", abrazar, quemar, consumir. Asisten ante el trono de Dios y es su privilegio estar unidos a Dios de manera más íntima, en los ardores de la caridad.
Querubines - del hebreo "chérub", que San Jerónimo y San Agustín interpretan como "plenitud de sabiduría y ciencia". Asisten también ante el trono de Dios, y es su privilegio ver la verdad de un modo superior a todos los otros Ángeles que están bajo ellos. Los querubines fueron enviados por Dios para guardar el árbol de la vida en el jardín del Edén (Gén 3:24), y estuvieron representados simbólicamente en el arca del pacto (Éx 25:18 -22). Querubines adornaban  las paredes del templo (2 Cro 3, 7) y vistos por Ezequiel en su visión de la Jerusalén restaurada (Ez 41, 18-20).
Tronos - algunas veces son llamados "Sedes de Dios". También asisten ante el trono de Dios, y es su misión asistir a los Ángeles inferiores en la proporción necesaria.
Dominaciones - Son así llamados porque dominan sobre todas las órdenes angélicas encargadas de ejecutar la voluntad de Dios. Distribuyen a los Ángeles inferiores sus funciones y sus ministerios.
Potestades - O "conductores del orden sagrado", ejecutan las grandes acciones que tocan en el gobierno universal del mundo y de la Iglesia, operando para eso prodigios y milagros extraordinarios.
Virtudes - cuyo nombre significa "fuerza", son encargados de eliminar los obstáculos que se oponen al cumplimento de las órdenes de Dios, apartando a los Ángeles malos que asedian a las naciones para desviarlas de su fin, y manteniendo así las criaturas y el orden de la Divina Providencia.
Principados - Como su nombre indica, están revestidos de una autoridad especial: son los que presiden los reinos, las provincias, y las diócesis; son así denominados por el hecho de que su acción es más extensa y universal.
Arcángeles - son enviados por Dios en misiones de mayor importancia junto a los hombres.
Ángeles - los que tienen la guarda de cada hombre en particular, para desviarlo del mal y encaminarlo al bien, defenderlo contra sus enemigos visibles e invisibles, y conducirlo al camino de la salvación. Velan por su vida espiritual y corporal y, a cada instante, le comunican las luces, fuerzas y gracias que necesitan.

1ª jerarquía 2ª jerarquía 3ª jerarquía
Serafines (el más alto) Dominaciones Principados
Querubines Virtudes Arcángeles
Tronos Potestades Ángeles (el más bajo)          

 

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4.-Los arcángeles

Asamblea de los arcángelesLa palabra Arcángel tiene la raíz del griego "ἀρχι”,  que significa “principal” o “jefe” y ἄγγελος", enviado, mensajero. De su etimología se deduce la existencia de jerarquías en el conjunto de seres espirituales que conocemos como los ángeles.
 
El 29 de septiembre la Iglesia la Iglesia celebra a los siete Santos Arcángeles, pidiendo su intercesión para que Dios nos auxilie en las necesidades y sufrimientos que acechan el mundo actual.
 
Como insinúa su significado de “mensajero” o “enviado”, al palabra ‘ángel’ designa la función atribuida al que lo porta, no al ser mismo. Por ello, no todos los seres espirituales que decimos que habitan en el “cielo” pueden ser llamados ángeles, ya que propiamente lo son cuando ejercen un mandato de “enviado”.
 
El Papa San Gregorio Magno distingue entre los ángeles y los arcángeles, indicando que 
“Los que se entregan los mensajes de menor importancia son llamados ángeles, y los que anuncian mensajes de suprema importancia son llamados arcángeles“.
 
En la Biblia hay referencias expresas a estos ángeles de “suprema importancia”, los arcángeles. En el libro de Tobías, San Rafael se presenta a Tobit y a su hijo, diciendo “Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están al servicio del Señor y tienen acceso a la gloria de su presencia»(Tob 12,15)
 
Por otro lado, en el Apocalipsis, San Juan al describir su visión al abrirse el séptimo sello dice: 
Y vi a los siete ángeles que están de pie delante de Dios; y les dieron siete trompetas” (Ap 8, 2). 
 
De las palabras de Rafael y de san Juan, la Iglesia afirma que son 7 seres los que forman la jerarquía de los arcángeles.
 
A pesar de que solamente los nombres de tres ellos se conocen con absoluta certeza (San Miguel, San Gabriel y San Rafael), la tradición conoce la existencia de los otros cuatro a través de libros no canónicos, como el libro de Esdras, los libros apócrifos de Enoc, el cuarto libro de Esdras y varios de la literatura rabínica, que dan cuenta de los nombres de Uriel, Barachiel, Jehudiel y Saeltiel. 
 
Así, en el Libro de Enoch leemos:
“Me dijo Metatrón: Siete son los grandes príncipes, hermosos, temibles, maravillosos, honorables, que están a cargo de los siete cielos. Ellos son: Miguel, Gabriel, Satquiel, Sajaquiel, Bakariel, Badariel y Pajriel […](A: DIEZ MACHO, Apócrifos del A.T., tomo IV, Ed. Cristiandad pág. 239 )
 
1. Miguel, el gran príncipe, tiene a su cargo el séptimo cielo, el más alto, que está en Arabot. 
2. Gabriel, príncipe del ejército, es el encargado del sexto cielo, que está en Makón. 
3. Satquiel, príncipe del ejército, es el encargado del quinto cielo, que está en Maón. 
4. Sajaquiel, príncipe del ejército, tiene a su cargo el cuarto cielo, que está en Zebul. 
5. Badariel, príncipe del ejército, está encargado del tercer cielo, que está en Sejaquim. 
6. Baraldel, príncipe del ejército, tiene a su cargo el segundo cielo, que está en lo alto (merom) de aquía.
7. Pajriel, príncipe del ejército, es el encargado del primer cielo, que está en Wilón en Samáyim
(pág. 239-240)
 
No todos están citados en los libros canónicos, ni las mismas veces, ni de igual manera expresa, como vemos a continuación: 
Miguel: "¿Quién como Dios?
1. Dan. 10:13;; Miguel, uno de los príncipes supremos, vino en mi auxilio; por eso me detuve allí, junto a los reyes de Persia. 13
2. Dan 12: 1 «Por aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que se ocupa de los hijos de tu pueblo; serán tiempos difíciles como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora.
3. Judas v. 9; 9 El arcángel Miguel, cuando disputaba con el diablo y discutía sobre el cuerpo de Moisés, ni siquiera se atrevió a proferir una sentencia blasfema sino que dijo: «El Señor te reprima»
4. Apocalipsis 12: 7-8. 7 Y hubo un combate en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón, y el dragón combatió, él y sus ángeles. 8
 
• Gabriel: "El hombre de Dios poderoso o fuerte", "El poder o la fuerza de Dios" 
1. Dan. 8,16; 16 Oí una voz humana junto al río Ulay, que gritó diciendo: «Gabriel, explícale la visión».
2. Dan 9,21; Gabriel, el que había visto al comienzo en la visión, llegó volando hasta mí a la hora de la ofrenda vespertina.
3. Lucas 1, 19-26. 18 Zacarías replicó al ángel: «¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada». Respondiendo el ángel, le dijo: «Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia
4. Lucas 1,26 En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María (Lc 1, 26)
 
• Rafael: "La curación de Dios" 
1. Tobías 3:17; la oración de ambos fue escuchada delante de la gloria de Dios, 17 el cual envió al ángel Rafael para curarlo
2. Tobías 12:15. Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están al servicio del Señor y tienen acceso a la gloria de su presencia.
 
Uriel: "La Luz o Fuego de Dios" 
Selafiel:  “Oración de Dios
Yehudiel: "La gloria, alabanza o alabanza de Dios"..
Barachiel: "La bendición o bendiciones de Dios.
 
En la Biblia pueden encontrarse referencias a un ser espiritual, originariamente de gran dignidad que se opuso al plan divino y, al frente de ángeles rebeldes, protagonizó una lucha en los cielos, hasta el punto de que debió ser expulsado violentamente de allí por las tropas angélicas capitaneadas por el arcángel san Miguel 
 
Se trata de Lucifer, que significa "El Portador de Luz" o "La Estrella de la Mañana", conocido a raíz de su rebelión como  Satanás , que significa el tentador.
 
En San Apollinare Nuovo de Rávena (1096) aparece a la izquierda de Jesús cuando éste separa a los corderos de los cabritos. Es exactamente igual que el ángel que flanquea al Supremo juez por la derecha, con una única salvedad: como Ángel del Mal, su túnica, su manto, su nimbo, sus alas y hasta su carne son de color azul-oscuro, simbolizando las tinieblas. 
 

4.1.-Iconografía temprana de los arcángeles

Desde los albores del arte cristiano, ya en los primeros siglos del establecimiento del cristianismo, las pinturas de las catacumbas recogen imágenes de los ángeles. Su apariencia no se diferencia de la propia de la gente normal e, incluso, cuando se aparecen a alguien, éste no es capaz de apreciar nota extraña en el porte. 

Los escritos antiguos asocian a los ángeles con la luz, como participantes cercanos de la luz del altísimo, y que en los iconos se recoge con las  túnicas  blanca o doradas.

En estas primeras representaciones nada delata su naturaleza sobrenatural. Los atributos propios de ellos aparecerían mucho más tarde. Así, las alas en los iconos de los Ángeles son propias de fines del siglo IV, y los nimbos de santidad  aparecerán casi un siglo después. 

Por ello, en las imágenes primitivas los ángeles aparecen vestidos con túnica blanca y palio, reforzando la personalidad extraordinaria con una larga dalmática larga dotada de mangas anchas. Calzan simples sandalias. No pocas veces la túnica luce una franja vertical sobre el hombro derecho que llega hasta la parte inferior, a imitación de las “clavas” que distinguían a  los ciudadanos de la nobleza romana.

Los tres arcángeles claramente identificados tienen figuración propia desde los primeros momentos, mientras que los cuatro restantes acompañan los frescos y mosaicos con cierta homogeneidad entre ellos, dotados de los atributos que se adecúan a las misiones encomendadas por Dios. 

Veamos algunas de las muestras tempranas que nos ha llegado de estos arcángeles:

El Arcángel san Gabriel

La escena de la Anunciación ha sido comprensiblemente el primer gran motivo de la ingeniería cristiana y, por ello, el Arcángel san Gabriel aparece muy temprano en los frescos de las catacumbas romanas. 

41.1.Anunciación. Fresco. Siglo III. Catacumbas de Priscilla, Roma

 

 

El arcangel-Miguel-y-Balaam_Catacumbas-Via-Latina_Fresco-SigloIV_Roma.

El Arcángel san Miguel

Como no podía ser de otra forma, también Miguel, el Príncipe de las milicias celestiales, fue objeto de veneración temprana en la iconografía cristiana. A partir del episodio de Balaam aparece una primera imagen de él en las catacumbas romanas de la Via Latina, datadas en el siglo IV. 
 
A partir del episodio de Balaam:
“el Señor abrió los ojos de Balaán y vio al ángel del Señor, plantado en el camino, la espada desenvainada en la mano; y se inclinó y se postró rostro en tierra “(Núm 22,31).

aparece una primera imagen de él en las catacumbas romanas de la Via Latina, datadas en el siglo IV. En la escena, el artista ha dibujado la escena, apareciendo el ángel del Señor con la espada enfrentándose a Balaam, aunque con la sorprendente circunstancia de estar barbado, cosa que no se vuelve a conocer en la iconografía angélica.

 

El Arcángel san Rafael
Imagen-de-Tobias-enfrentado-al-Arcangel-Rafael_Fresco_mediados-sigloIV_Catacumbas-Giordani_Roma.También por estas fechas, mediados del siglo IV, se registra la primera imagen del Arcángel Rafael conocida en nuestros días. 
El fresco está inspirado en la escena de Daniel en el pozo con los leones hambrientos. Bajo el dibujo principal, que ocupa la mitad superior de la escena, se aprecia claramente a Tobías con un pescado en la mano y un remo al hombro, dirigiéndose a un hombre vestido de toga que no puede ser más que el arcángel Rafael, tal como se cuenta en el libro de Tobías.

 

4.2.-Los arcángeles y sus atributos

 
4.2.1.-Miguel: su nombre significa «¿Quién como Dios?», "Grandeza de Dios “
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Su imagen pisotea al diablo con sus pies.En su mano izquierda sostiene una rama verde, y en su derecha, una lanza con una bandera blanca (a veces una espada de fuego), en la que está inscrita una cruz escarlata. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
4.2.2.-Gabriel - Su nombre significa "Fuerza de Dios"
Aparece con una rama del paraíso, que le llevó a la Santísima Virgen, y con una linterna luminosa.
Es el arcángel de los cambios y las modificaciones. Favorece las reconciliaciones. Se le invoca cuando se desean realizar cambios provechosos en la vida. Por ejemplo: iniciar nuevos estudios, cambiar el estado civil, cambiar o comprar una casa, mejorar las relaciones familiares o matrimoniales, comenzar una relación nueva. Es el patrón de los clarividentes y adivinos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4.2.3.-Rafael: Su nombre significa “medicina de Dios” y en su icono sostiene un recipiente con pociones curativas en una mano. No es extraño que en la otra también muestre los atributos propios de su misión con Tobías: un pez, o al propio Tobías que, a su vez, mostrará el pez en una mano. 
 
Es el ángel que está relacionado con la salud, se le atribuye el poder de sanar las heridas físicas y del alma. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Arcángel san Uriel
 
 
 
 
 
4.2.4.-Uriel – cuyo nombre significa “Luz de Dios”,
lleva en su mano derecha una espada desnuda al nivel del pecho, y en su izquierda una llama.
Es el preceptor de Esdras. Es el ángel que empuña una espada llameante a la entrada del Paraíso.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Arcángel san Selafiel
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4.2.5.-Selafiel: 
su nombre significa “Oración de Dios” y se le representa mirando hacia abajo, con los brazos cruzados sobre el pecho, como rezando con afecto. A veces, con un incensario, que alude a las oraciones que ascienden al cielo, como el humo Detiene la mano de Abrahán cuando iba a sacrificar a Isaac.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Arcángel san Barachiel

 
 
 
 
 
 
 
4.2.6.-Yehudiel:
su nombre significa “Alabanza de Dios” y se le representa con una corona doradao de flores en su mano derecha, y un azote de tres cuerdas rojas o negras en la otra.
Es el ángel de la penitencia.
 
 
 
Arcángel san Yehudiel
4.2.7.-Barachiel:
cuyo nombre significa “Bendición de Dios” es presentado con muchas flores rosas en su ropa, alusión metafórica a las bendiciones que reparte como recompensa, por orden de Dios, por las oraciones, labores y comportamiento moral de las personas y presagiando la dicha en el Reino de los Cielos.
 
 
 
 
 

4.3.- Iconografía moderna de los arcángeles

Hemos dicho que en el primer arte cristiano son retratados vistiendo largas túnicas blancas, símbolo de pureza y de luz.
 
Esta indumentaria varió a lo largo de la Edad Media, en general para adaptarse a los gustos mundanos en el vestir, especialmente del estamento más elevado de la sociedad. En el arte bizantino se les retrata como cortesanos y por ello visten trajes fastuosos que imitan los usados en la corte imperial. En señal de sumo respeto hacia Dios, llevan las manos veladas con ricos paños blancos o dorados. 
 
En el arte occidental, la decoración de la indumentaria también imitó las costumbres de la época.  En el siglo XIII aparecen vestidos como si estuvieran participando de un acto litúrgico: con túnicas y mantos que recuerdan en todo la capa y dalmática sacerdotales; agitando el incensario, como turiferarios; portando los cirios procesionales, como ceroferarios. En resumen, imitando el teatro litúrgico de la época, que era interpretado por diáconos.
 
 
 
 
En los tres próximos iconos vamos a ver la característica que tiene las imágenes de los arcángeles cuando se contempla a todo el corpus en asamblea.
Los arcángeles, todos vestidos con vestimentas eclesiásticas, forman una composición circular sobre nubes arremolinadas. 
En el centro un gran medallón con Cristo Emmanuel está rodeado de ángeles. Tras él, el arcángel Miguel aparece sosteniendo el nombre sagrado de Cristo IC XC en sus manos desplegadas.
A los lados, como escoltándolo y sosteniéndolo, el arcángel Gabriel a la izquierda y el arcángel Rafael a la derecha. 
Debajo, sostienen el medallón querubines (en azul) y serafines (en rojo).. 
 
 
En la parte superior del icono se muestra a Cristo entronizado portando estola sobre la vestimenta, como sumo sacerdote. A su derecha y a su  izquierda (izquierda y derecha, respectivamente, del espectador) aparece una Deesis, con la Madre de Dios y San Juan evangelista, levantadas las manos en oración.
 
En la orla aparecen dibujados la jerarquía de los arcángeles. Los tres arcángeles de la izquierda son Miguel, Rafael y Selafiel. A la derecha están los arcángeles Gabriel, Uriel y Jegudiel. Debajo, en el centro, aparece el arcángel Barachiel junto con el ángel de la guarda.
 
Synaxis de los arcángelesEn el segundo de los iconos que estamos considerando, otra Synaxis de los Arcángeles, la asamblea de los mismos está representada reproduciendo el medallón central del icono antes visto, de manera tal que casi parece una reproducción de ese motivo central. Cristo-Emmanuel aparece presente en el centro del icono sobre un fondo dorado, sostenido con gran claridad  por un serafín (en rojo) y dos querubines (azul oscuro) que cierran el círculo en torno a Cristo que forman los siete arcángeles.
 
 
 
Como es habitual en esta iconografía, los Arcángeles están representados de acuerdo a los atributos que corresponden a su ministerio.
 
 
 
 
43.3.Grabado-sobre-un-fresco-con-los-7-arcangeles-en-la-iglesia-de-Sant-Angelo-de-Palermo_1516.jpgLa tercera imagen que vamos a considerar en esta sección, dedicada a la figuración donde aparecen los 7 arcángeles juntos es un grabado hecho por Hieronymus Wierix de un fresco existente en la iglesia de Sant´ Angelo, de Palermo, de 1516.
 
En su mitad superior podemos apreciar a la corte celestial honrando a la Trinidad. En ella la Virgen, dibujada siempre a la derecha de su hijo, apenas cediendo en altura, muestra con ello  su preeminencia sobre todo el resto de las figuras. 
 
Inmediatamente bajo las personas divinas están situados los símbolos de los evangelistas. Un león, bajo Dios Padre, y un toro, bajo Cristo, representan a Marcos y Lucas, respectivamente, como dando a entender que son ellos los que soportan la revelación de la Trinidad.
 
Terminan esta mitad superior las muchedumbres de los santos, manteniéndose a un nivel inferior al de la Virgen o al de los evangelistas, en una tensión claramente dirigida hacia la Trinidad.
 
En la mitad inferior, San Miguel considerado el jefe de los arcángeles, centra una representación de los siete, manteniendo a tres de ellos a cada lado. Tiene de original este grabado el hecho de que cada arcángel está identificado no tanto por sus atributos propios, como por  os halos que exhiben el nombre de su portador. 
 
 
 
 

4.4.-San Miguel

Arcángel san Miguel

 

Etimológicamente significa «¿Quién como Dios?»,. Viene del hebreo “Mija-El” que significa “¿Quién como Dios?” y que, según la tradición, fue quien dio el grito de guerra en defensa de los derechos de Dios cuando en los albores de los tiempos Lucifer se rebeló contra Dios. Miguel, al frente del ejército celestial, derrotó al propio Lucifer y a todos los ángeles que lo siguieron, expulsándolos del cielo.. Es el Arcángel de la luz y del fuego, el jefe de las huestes celestiales, el que expulsó a Lucifer lejos del Paraíso. Por esto en la iconografía cristiana viene representado como un joven fuerte y bello. La tradición de la Iglesia le llama “príncipe de los espíritus celestiales” y “jefe de la milicia celestial” y a tenor de ello se le suele representar vestido de guerrero al estilo de un centurión romano, poniendo su talón sobre la cabeza de Lucifer, a quien expulsó del Paraíso con su espada de fuego. La iconografía recoge este relato poniendo a un diablo bajo los pies de Miguel Es el protector de la Iglesia Católica Romana, y santo patrono de la nación hebrea. La liturgia de difuntos lo recuerda como compañero de las almas. Se encuentra presente en el Antiguo Testamento, en Daniel 10: 13-21, 10:21 12: 1, y en el Nuevo Testamento en Apocalipsis 12: 7-9 y Judas 1: 9. . En los íconos, el Arcángel Miguel está representado como un líder militar, con un arma, una espada o una lanza, en la mano. A veces aquí, a los pies del arcángel, hay un espíritu inmundo derrotado. La celebración cae el 21 de noviembre

 

 

 

 

 

 

4.5.-San Gabriel

Gabriel: Su nombre etimológicamente significa "Fueza de Dios", en cuanto se supone que haya combatido con Jacob, dislocándole el fémur (cfr. Gen cap. 32). Se presentó a Zacarías como »aquel que está en la presencia de Dios» (Lc 1, 19). Se presentó a la Virgen María, anunciándole el nacimiento de Jesús (Anunciación).
Por esto es considerado cabeza de los embajadores, y también el Ángel de la Revelación. También se dice que es el ángel que consolaba a Cristo en el Huerto de Getsemaní.
.En la iconografía cristiana viene representado como un joven elegante, majestuoso, adornado con lujoso vestuario. Frecuentemente viene también retratado de rodillas frente a la Virgen con los brazos en cruz sobre el pecho, o con un pergamino, o un cetro o un lirio en la mano.

 

 

 

 

 

 

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Arcángel san Rafael

 

4.6.-San Rafael

Rafael: Su nombre significa "Médico divino", o "Dios cura", "Salvación de Dios", es citado en el libro de Tobías , y acompañó a Tobías en el viaje por Mesopotamia. Liberó a Sara de un demonio y favoreció el matrimonio de ésta con Tobías. Es frecuentemente considerado como el ángel custodio por excelencia, el jefe de los ángeles custodios, el ángel de la Providencia que vela sobre toda la humanidad.
También se cree que es el ángel que agita el agua en la piscina de Betesda en Jerusalén, dándole sus propiedades curativas. Se le vincula tradicionalmente con la curación del cuerpo y de las almas, por lo que es el patrono de muchos hospitales, y de los que alejados de la Fe se reconcilian con el Señor
Viene frecuentemente representado en la iconografía cristiana, junto con el joven Tobías o a su perro que le acompaña siempr fiel. Es identificado como el protector de los peregrinos, de aquellos que realizan un peregrinaje hacia un lugar religioso o, mejor todavía, de los que están en camino hacia la casa del Padre. Poe ello, viene representado como un viajero que viaja con bastón y sandalias, la cantimplora de agua y una alforja que cuelga.

 

 

4.7.-San Uriel

Uriel significa “Fuego de Dios“. Se le menciona en los libros apócrifos de Esdras y Enoc. Según la Sagrada Tradición, Uriel ha estado protegiendo los jardines del paraíso desde que Adán y Eva fueron expulsados de ellos. Uriel también gobierna sobre los cuerpos celestes Su representación suele ir acompañada de una espada desnuda en la mano derecha y una antorcha de fuego en la izquierda, simbolizando el Fuego del Espíritu y la pasión por Nuestro Señor. San Uriel es quien expulsó a Adán y Eva del Paraíso por órdenes de Dios Padre. Yegudiel y Uriel.jpg Los cristianos se dirigen a Uriel con oraciones para lograr la iluminación de las mentes de aquellos que aún no han creído, y para que devuelva al recto camino a aquellos que se han descarriado. 4.8.-Selaphiel, Su nombre significa "incitación a la oración". Su nombre aparece en la historia de Esdras, donde se dice que fue Selafiel quien escuchó el grito de Agar, y trajo a ella las palabras de consuelo de Dios. Su iconografía le recoge en oración, mirando hacia abajo y con las manos cruzadas sobre su pecho. En sus ruegos, los orantes piden a este arcángel que les otorgue la capacidad de orar y que transmita sus oraciones al Todopoderoso. 4.9. Yehudiel. Su nombre significa “Alabanza de Dios“. Jehudiel es el mensajero del Altísimo que ayudó a Moisés y al pueblo arameo durante un peregrinaje de 40 años por el desierto. Él fue quien protegió a los israelitas en una columna de fuego cuando salieron de Egipto. En los íconos, Yehudiel está pintado con una corona en una mano y un látigo en la otra, como señal de que lleva una recompensa para los justos y un castigo para los pecadores. Tradicionalmente se le vincula a la lucha contra los celos y la envidia El Arcángel Yehudiel es especialmente venerado por los monásticos y aquellos que buscan tomar tonsura monástica Selaphiel y Barakhiel . jpg 4.10.Barachiel, su nombre significa “Bendición de Dios“. Aparece en la Escritura en el suceso conocido como “la Hospitalidad de Abraham”. Barachiel fue uno de los tres ángeles que se le aparecieron a Abraham en el encinar de Mambré, siendo él quien reveló a Abraham que él y Sara tendrían un hijo, a pesar de la edad avanzada de ambos. Su iconografía le viste con trajes de telas muy floridas, generalmente rosas, que están esparcidas por su pecho, como signo del nuevo edén celestial que espera a los justos, y una canasta de frutos en la mano, aludiendo a los frutos de la vocación y de la Fe. Protege tradicionalmente a los sacerdotes y matrimonios que padecen una crisis en su vocación. San Baraquiel confirma a los elegidos en su vocación, para que puedan perseverar en ella según la Voluntad de Dios. <!

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5.- Los ángeles de la guardia

“Queridos amigos, el Señor está siempre estrecha y activamente en la historia de la humanidad. Y nos acompaña con la presencia única de sus ángeles, a quienes hoy la Iglesia venera como “ángeles de la guarda”. Es decir, los ministros de la atención divina para todo ser humano. Desde el comienzo hasta la hora de la muerte, la vida humana está rodeada de su protección constante” [Benedicto XVI , Ángelus, 02 de octubre 2011].

Dios ha asignado a cada hombre un ángel para protegerle y facilitarle el camino de la salvación mientras está en este mundo. Afirma a este respecto San Jerónimo: "Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”.(Comentario sobre san Mateo 18, 20)

En el antiguo testamento se puede observar cómo Dios se sirve de sus ángeles para proteger a los hombres de la acción del demonio, para ayudar al justo o librarlo del peligro, como cuando Elías fue alimentado por un ángel:

“Se recostó y quedó dormido bajo la retama, pero un ángel lo tocó y dijo: «Levántate y come». Miró alrededor y a su cabecera había una torta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió, bebió y volvió a recostarse. El ángel del Señor volvió por segunda vez, lo tocó y de nuevo dijo: «Levántate y come, pues el camino que te queda es muy largo». Elías se levantó, comió, bebió y, con la fuerza de aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios”. (1 Reyes 19, 5s.)

Ángel de la guarda

En el nuevo testamento también se pueden observar muchos sucesos y ejemplos en los que se ve la misión de los ángeles: el mensaje aJosé para que huyera a Egipto, la liberación de Pedro en la cárcel, los ángeles que sirvieron a Jesús después de las tentaciones en el desierto, etc.

La misión de los ángeles custodios es acompañar a cada hombre en el camino por la vida, cuidarlo en la tierra de los peligros de alma y cuerpo, protegerlo del mal y guiarlo en el difícil camino para llegar al Cielo. Se puede decir que es un compañero de viaje, como en sentido estricto se comporta el arcángel Rafael con tobías, que siempre está al lado de cada hombre, en los buenos momentos y en los malos. No se separa de él ni un solo momento. Está con él mientras trabaja, mientras descansa, cuando se divierte, cuando reza, cuando le pide ayuda y cuando no se la pide. No se aparta de él ni siquiera cuando pierde la gracia de Dios por el pecado. Le prestará auxilio para enfrentarse con mejor ánimo a las dificultades de la vida diaria y a las tentaciones que se presentan en la vida.

Para que la relación de la persona con el ángel custodio sea eficaz, necesita hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es. No podemos suponer que sabe penetrar nuestros pensamientos más íntimos, pues los secretos de nuestro corazón sólo pertenecen a Dios.

 

"Yo, el Señor, examino el corazón, sondeo el corazón de los hombres para pagar a cada cual su conducta según el fruto de sus acciones».(Jer 17, 10)

"Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios y extendido las manos a un dios extraño, el Señor lo habría averiguado, pues él penetra los secretos del corazón".(Sal 44, 20s)

Así podrá convertirse en un fiel y poderoso aliado nuestro. Debemos confiar en nuestro ángel de la guarda y pedirle ayuda, pues además de que él nos guía y nos protege, está cerquísima de Dios y le puede decir directamente lo que queremos o necesitamos.

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6.- Teología

La enseñanza de la Iglesia Católica sobre los Ángeles es firme:

“[Dios] Creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles, espirituales y corporales; que por su omnipotente virtud a la vez desde el principio del tiempo creó de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal, es decir, la angélica y la mundana, y después la humana, como común, compuesta de espíritu y de cuerpo. Porque el diablo y demás demonios, por Dios ciertamente fueron creados buenos por naturaleza; mas ellos, por sí mismos, se hicieron malos”( V Concilio de Letrán, 1215, Den-Sch, 800)

La doctrina definida solemnemente por la Iglesia en torno a los seres angélicos abarca cinco afirmaciones principales:

a) Los ángeles existen;
b) Son seres de naturaleza espiritual;
c) Fueron creados por Dios;
d) Fueron creados al comienzo del tiempo;
e) Los ángeles malos o demonios fueron creados buenos, pero se pervirtieron por su propia acción.

El coro de los ángeles en la Asunción de la Virgena) Los ángeles existen
La existencia de los ángeles se recoge expresamente en las fórmulas de fe o Credos de la Iglesia, a partir del Símbolo Niceno-constantinopolitano (381), en el que confesamos creer «en un solo Dios... Creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas visibles e invisibles".
Lo mismo se dice en las profesiones de fe católica elaboradas por los concilios de Letrán IV, en 1215, según se señala anteriormente; II Lyon, en 1274, en la Profesión de fe de Miguel Paleólogo:

"Cremos que [Dios] es... creador de todas las creaturas, de quien todo, en quien todo y por quien todo, lo que hay en el cielo y en la tierra, lo visible y lo invisible, lo corporal y lo espiritual" (DZ 461);

Florencia, en 1441:

"Firmísimamente cree, profesa y predica que el solo Dios verdadero, Padre, Hijo y Espiritu Santo, es el creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles; el cual, en el momento que quiso, creó por su bondad todas las criaturas, lo mismo las espirituales que las corporales; buenas, ciertamente, por haber sido hechas por el sumo bien, pero mudables porque fueron hechas de la nada" (DS 706);

finamente, el Concilio Vaticano I  habla de la criatura angélica como parte de la obra creadora producida por Dios, repitiendo textualmente la fórmula de Letrán (DZ 1783).

Los negadores de la existencia y realidad de los ángeles han tenido representantes en casi todas las épocas de la historia. Los Hechos de los Apóstoles nos informan -como hace también el historiador judío Flavio Josefo- que los saduceos negaban «la resurrección y la existencia de ángeles y espíritus».

El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que «La existencia de seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición»( CIC, n. 328) .

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b) Son seres de naturaleza espiritual.
Que los ángeles son seres puramente espirituales y desprovistos de toda corporeidad es doctrina claramente formulada por el concilio IV de Letrán (1215), como hemos visto anteriormente: «creó de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal, es decir, la angélica y la mundana, y después la humana, compuesta de espíritu y de cuerpo» .

El hecho de que los ángeles aparezcan corpóreos en la Biblia y puedan ser representados en imágenes como enseña el Concilio II de Nicea en el año 787, no debe hacer pensar en la existencia de un cierto cuerpo angélico. Algunos autores cristianos mantuvieron por un tiempo esta idea como opinión privada. Pero la legitimidad de la representación iconográfica de los ángeles, afirmada por la Iglesia frente a los iconoclastas, no exige atribuirles «cuerpos espirituales».

«En tanto que criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales (Cf. Pío XII: DS 3891) e inmortales (Cf. Lc 20, 36). Superan en perfección a todas las criaturas visibles. El resplandor de su gloria da testimonio de ello (Cf.Dn 10, 9-12).» (CIC, 330) .

San Miguel arcángel, con escenas c) Fueron creados por Dios
Los ángeles han sido creados por Dios a partir de la nada. Son criaturas. No son aspectos de Dios, ni emanaciones del ser divino. Tampoco son seres divinos intermedios entre el Altísimo y el mundo visible. Pertenecen al conjunto de la creación, que está formada por realidades visibles e invisibles.
Esta doctrina de fe se encuentra afirmada en los Credos y subrayada particularmente por el Concilio IV de Letrán, como se señala anteriormente.

d) Fueron creados al comienzo del tiempo
En la definición contemplada del Concilio IV de Letrán se define asimismo que los ángeles, igual que el mundo material, fueron creados en el comienzo del tiempo: “desde el principio del tiempo” . Dios no los creó desde toda la eternidad, no tienen existencia eterna. Si los ángeles fueron creados antes del mundo material o a la vez que éste, es una cuestión secundaria desde el punto de vista dogmático, y no se dice en el texto conciliar.

e) Los ángeles malos o demonios fueron creados buenos, pero se pervirtieron por su propia acción.
La doctrina de que todos los ángeles fueron creados buenos por Dios y que los demonios se pervirtieron por su propia voluntad se define por vez primera en el Concilio de Braga, celebrado en el año 561.

"Si el alguno dice que el diablo no fue primero un angel bueno hecho por Dios y que su naturaleza no fue obra de Dios, sino que dice que emergio de las tinieblas y que no tiene autor ninguno de sí,  sino que él mismo es el principio y la sustancia del mal, como dijeron Maniqueo y Prisciliano, sea anatema" (DS, 237).

De modo semejante se lee en el Concilio de Florencia, en la cita expuesta más arriba.

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 7.- Los demonios

 Decimos en el punto 1.-Consideraciones previas al tema de los ángeles que “Basta asistir asiduamente a las catequesis u homilías de nuestras parroquias para advertir que la temática sobre los ángeles está desaparecida de los programas y, lo que es peor, de las convicciones de los creyentes”. ¡Qué no decir entonces sobre el tema de los demonios¡

Y, sin embargo, el apóstol es bien claro cuando habla a los cristianos de Efeso:

“Poneos las armas de Dios, para poder afrontar las asechanzas del diablo, porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra los espíritus malignos” (Ef 6, 11-16).

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 7.1.-Cómo hablar hoy de los demonios

San Miguel vence al dragónA las dificultades que el hombre occidental contemporáneo siente para introducir en su discurso culto cualquier afirmación que no sea científica, la mención de Satanás o de los demonios conlleva una penalidad añadida, derivada del éxito que este mundo demoniaco ha tenido en permanecer oculto e incluso favorecer las opiniones sobre su inexistencia.

No faltan las aportaciones que tienden a revestir de ropaje cultural esta postura negativa. Así, se explica la figura de Satanás como la objetivación que hace la persona de su experiencia del mal, especialmente del mal moral, de manera que tiende a hacerlo diverso a sí mismo y, una vez hecho “otro”, poder arrojarlo fuera de la propia persona. Otras veces, en este intento de negar la realidad personal de los demonios, se identifica a Satanás y su mundo como el conjunto de los males e injusticias sociales, con la opresión y la violencia estructural que agobia a tantos humanos.

Desde las ciencias médicas se afirma que la diferencia entre la comprensión antigua de la posesión demoníaca y la concepción moderna de la enfermedad mental es en gran parte sólo una diferencia terminológica. La antigua posesión diabólica es hoy la moderna neurosis o psicosis, pero la curación sigue siendo la misma: entonces la sugestión, hoy el psicoanálisis. Según la hodierna descripción psiquiátrica, el endemoniado de la región de Gerasa padecería un cuadro maníaco depresivo.

Hoy a Occidente, inmerso en el error del ateísmo materialista, no se le plantea el problema de si Dios existe o no, ya que vive  y muere su vida como si Dios no existiese, y no  considera la existencia de Dios ni siquiera como una hipótesis. En el seno de la Iglesia en Europa se respira ese mismo ambiente mundano y, por ello, son los mismos bautizados quienes abandonan en masa la Iglesia y se vuelcan al mundo y a su hedonismo, a su relativismo y a su materialismo.

 

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7.2.-Los demonios en el Antiguo Testamento

En el AT hay una presentación clara de Satanás como ser personal, sin plantearse el problema de su origen o existencia. Dos escenas del libro de Job y un versículo de la Sabiduría son suficientes para plantear el problema en toda su extensión:

"Un día los hijos de Dios se presentaron ante el Señor; entre ellos apareció también Satán. El Señor preguntó a Satán: «¿De dónde vienes?». Satán respondió al Señor: «De dar vueltas por la tierra; de andar por ella».  El Señor añadió: «¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, que teme a Dios y vive apartado del mal».  Satán contestó al Señor: «¿Y crees que Job teme a Dios de balde?  ¿No has levantado tú mismo una valla en torno a él, su hogar y todo lo suyo? Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se extienden por el país.  Extiende tu mano y daña sus bienes y ¡ya verás cómo te maldice en la cara!».  El Señor respondió a Satán: «Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él ni lo toques»".(Job 1, 6-12)

"Un día los hijos de Dios se presentaron al Señor; entre ellos apareció también Satán.  El Señor preguntó a Satán: «¿De dónde vienes?». Satán respondió al Señor: «De dar vueltas por la tierra; de andar por ella».  El Señor añadió: «¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, que teme a Dios y vive apartado del mal. Tú me has incitado contra él, para que lo aniquilara sin más ni más, pero todavía persiste en su honradez».
Satán contestó al Señor: «Piel por piel; por salvar la vida el hombre lo da todo.  Extiende tu mano y hiérelo en su carne y en sus huesos. ¡Verás cómo te maldice cara a cara!».  El Señor respondió a Satán: «Haz lo que quieras con él, pero respétale la vida».
Satán abandonó la presencia del Señor.  Entonces hirió a Job con llagas malignas, desde la planta del pie a la coronilla".(Job 2, 1-7)

"Dios creó al hombre incorruptible y lo hizo a imagen de su propio ser; mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los de su bando".(Sab 2, 23s).

Satanás pasea por la tierra, pero no es de la corte divina, de la que claramente se separa adoptando un papel de antagonista del hombre, al que quiere perjudicar para separarlo de Dios. Su capacidad para hacer daño no es autónoma, sino que siempre que actúa precisa del permiso de Dios, en clara dependencia de él. Como el destino de toda criatura es la glorificación de Dios, la actuación de Satanás con Job al sumirlo en la desgracia para que se rebele contra su creador persigue directamente el fracaso de esa glorificación y, con ello, revela la naturaleza antidivina de la propia actuación de Satanás, convertido también en antagonista de Dios

El versículo del libro de la Sabiduría aclara suficientemente cuál fue el autor de la tentación del paraíso, el personaje que habló a través de la serpiente, convirtiendo el texto en algo muy diferente a una tentación puramente interna de Eva y alejando la narración en sí de un simple mito.

"La serpiente era más astuta que las demás bestias del campo que el Señor había hecho. 2 Y dijo a la mujer: «¿Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?». 3 La mujer contestó a la serpiente: «Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: “No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis”». 4 La serpiente replicó a la mujer: «No, no moriréis; 5 es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal».(Ge 3, 1-5).

En el AT Satanás es presentado como un ser personal, sometido en su actuación a Dios, y persigue perjudicar al hombre mediante tentaciones que lo alejen de Dios y lo lleven a la apostasía o idolatría. Pero la gracia de Dios permite al hombre resistir y mantenerse fiel a él.

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 7.3.-Los demonios en el Nuevo Testamento

San Miguel vence al diablo

La existencia de los demonios en el NT es siempre un dato en el relato de la enseñanza o de la vida de Cristo. Si en el AT la aparición de los demonios se da con relativa autonomía, como corresponde al periodo del judaísmo tardío, en el NT la victoria de Cristo sobre Satanás hace que la comunidad cristiana se beneficie de ella y la resistencia a las tentaciones del maligno se resuelvan con el éxito de la fidelidad a Dios.  

En el NT los demonios aparecen con diferentes formas. En la escena clásica de las tentaciones de Cristo, el modo de hablar de éste permite pensar que Satán se presentó en forma humana, con la intención de influirle y hacerle caer en pecado. Parece muy probable así fuera dado que el nombre de Satán también puede aplicarse a un hombre:

“Jesús se volvió y dijo a Pedro: «¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios»  (Mt 16, 23).

 

Como “angel de luz” y “emisario de Satanás” lo señala san Pablo:

"Esos tales son falsos apóstoles, obreros tramposos, disfrazados de apóstoles de Cristo;  y no hay por qué extrañarse, pues el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz.  Siendo esto así, no es mucho que también sus ministros se disfracen de ministros de la justicia" (2Co 11,13ss).

"Por la grandeza de las revelaciones, y para que no me engría, se me ha dado una espina en la carne: un emisario de Satanás que me abofetea, para que no me engría" (2Co 12, 7)

Pedro hace notar la peligrosidad del demonio:

"Sed sobrios, velad. Vuestro adversario, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar". (1Pe 5,8)

y sitúa el foco de atención del NT en el poder del demonio, un poder que se manifiesta en la lucha contra Cristo, contra el reino de Dios. Satanás se esfuerza en consolidar, frente a éste, su propio reino y para ello trata de conducir a los hombres a él.

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 7.4.-La actuación de Satanás

En sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola dice que el demonio repite con el hombre las mismas tentaciones con las cuales se acercó a Jesús, buscando su alejamiento de Dios según la siguiente pauta:

.-los panes son hoy la codicia de bienes materiales;
.-luego le ofrece fama, popularidad para satisfacer su deseo de ser único y envidiado;
.-y, por último, halaga su autosuficiencia y su soberbia, que hace partícipe al pecador del propio pecado de Satanás, y aleja su alma de la      Presencia de Dios,

el resultado del alma que sucumbe es su encadenamiento al reino diabólico, la esclavitud demoníaca.

Dimensión cósmica del distanciamiento de Dios
La influencia diabólica no se limita al campo de lo extraño y lo curioso, sino que se ejerce en una medida igualmente grande en el de lo "respetable", lo "razonable" y lo "inteligente". El resultado final es la separación del hombre de Dios, del juicio del hombre y del juicio de Dios, de la voluntad y la razón, del espíritu y la carne.

El pecado tiene una dimensión cósmica que divide y separa todas las realidades: el nacimiento del hombre como “nuevo dios” crea un egoísmo esencial que separa al hombre del resto de la creación, a pequeña escala pero esencialmente igual a la alteridad de Satanás con lo creado, siempre en conflicto y alienado respecto a su destino primitivo. El hombre en pecado puede comprender muy bien la frase sartriana “el infierno es el otro”, pues donde quiera que esté está solo, en ese infierno donde su alejamiento de Dios le mantiene.

Satanás, “dios de este mundo”
A Satanás se le ha atribuido tradicionalmente el dominio del mundo secular. Es descrito como "el príncipe de este mundo" repetidas veces en el Evangelio de Juan; y como “dios de este mundo”, por Pablo:

"Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera" (Jn 12, 31)
"Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe de este mundo" (Jn 14, 30)
"El príncipe de este mundo está condenado" (Jn 16, 11)

"Y si nuestro Evangelio está velado, lo está entre los que se pierden,  los incrédulos, cuyas mentes ha obcecado el dios de este mundo para que no vean el resplandor del Evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios" (2 Cor 4,4).

El dominio sobre el mundo es afirmado por el propio Satanás en el diálogo con Jesús:

"Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo  y le dijo: «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero.  Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo» (Lc 4, 7)

Caída de Lucifer, en una terraza madrileñaSatanás, gran manipulador del juicio humano
Uno de los aspectos del dominio de Satanás es su poder de manipular las mentes de los hombres, poder derivado sin duda de su superior inteligencia y comprensión de la vida psiquica humana. En el NT aparece retratado como

Satanás es un tentador: "El tentador se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes».(Mt 4,3)

Es el padre de la mentira: "Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él era homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando dice la mentira, habla de lo suyo porque es mentiroso y padre de la mentira" (Jn 8,44),

Es un engañador profesional: "Esos tales son falsos apóstoles, obreros tramposos, disfrazados de apóstoles de Cristo; 14 y no hay por qué extrañarse, pues el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz" (2 Cor 11,13s).

Estas diferentes formas de llamarlo son consecuencia de la diversidad, tanto de funciones, como de presentaciones del diablo: criatura que tienta y puede seducir por su amable presencia; el tentador es presentado en forma humana e incluso sobrehumana; como una persona de una belleza cautivadora o como ángel de luz. Los primeros cristianos griegos lo pintaron como un joven o una muchacha bellísima y encantadora; reconocieron que el mal es tan atractivo y tan poderosamente seductor, que los hombres "ceden" o "asienten" a su tentación. El símbolo apropiado del mal debía ser personal y fascinante, y también aparentemente bueno (bonum apparens

Pero también puede aparecer como un espíritu repugnante que aterra a sus víctimas. Así prefirió representarlo el arte medieval, como un monstruo feo y horrible. Como símbolo del mal subraya los efectos más que la causa del mal. La figura horrible y subhumana del mal, en parte hombre y en parte animal, simboliza personalmente el mal que altera y deforma la integridad natural, corpórea y espiritual del hombre.  

El artista utiliza su experiencia humana del mal, de la culpa, del sufrimiento moral y de las enfermedades como las psicosis y neurosis que privan al espíritu del hombre de su equilibrio y su integridad natural, reflejando en una figura personal deformada, casi bestial o nada humana la imagen del diablo. 

El “pacto con el diablo”

Desde la publicación de “El doctor Fausto”, el “pacto con el diablo” se ha divulgado en la literatura, llevado al teatro, ópera o novela. Chriatopher Marlowe, William Shakespeare,  Oscar Wilde, Goethe y, más modernamente, Christian D. Grabbe, Juan J. Arreola o Anne Rice, han dado obras que tienen por común denominador el argumento primitivo: un hombre vende su alma al diablo a cambio de una serie de favores durante un tiempo determinado. Al final del período, el diablo exige el cumplimiento de lo pactado de forma inflexible. Esta obligación contractual es otro aspecto del poder asociado a la imagen de Satanás.

La tradición cristiana hace notar el fuerte contraste de la actitud diabólica con las exigencias de Jesús, que representa la mitigación de esa obligación con sus manifestaciones de misericordia, bondad, amor y perdón. El "pacto con el diablo" es lo contrario de las obligaciones contractuales de la alianza del Dios vivo con su pueblo, y recuerda las palabras de Jesús:

"Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero" (Mt 6,24)

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8. Doctrina sobre los demonios

El ángel caído, en el retiro de MadridAl final del punto 6 anterior, decíamos:

e) Los ángeles malos o demonios fueron creados buenos, pero se pervirtieron por su propia acción.
La doctrina de que todos los ángeles fueron creados buenos por Dios y que los demonios se pervirtieron por su propia voluntad se define por vez primera en el Concilio de Braga, celebrado en el año 561.

"Si el alguno dice que el diablo no fue primero un angel bueno hecho por Dios y que su naturaleza no fue obra de Dios, sino que dice que emergio de las tinieblas y que no tiene autor ninguno de sí, , sino que él mismo es el principio y la sustancia del mal, como dijeron Maniqueo y Prisciliano, sea anatema" (DS, 237).

De modo semejante se lee en el Concilio de Florencia, en la cita expuesta más arriba.

 Por otro lado, el Catecismo de la Iglesia Católica precisa que « ...el mal no es una abstracción, sino que designa una persona, Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios. El «diablo» [«dia-bolos»] es aquel que «se atraviesa» en el designio de Dios y su obra de salvación cumplida en Cristo» (n. 2851)

 Refiriéndose al «Padre nuestro» añade el Catecismo que «En la última petición, «y líbranos del mal», el cristiano pide a Dios con la Iglesia que manifieste la victoria, ya conquistada por Cristo, sobre el «príncipe de este mundo», sobre Satanás, el ángel que se opone personalmente a Dios y a su plan de salvación»(n. 2864) .

Recapitulando, la enseñanza de la Iglesia sobre los ángeles malos puede consiguientemente articularse en las siguientes afirmaciones:

1) Los demonios fueron creados por Dios como todos los ángeles (DZ n. 428) .
2) «El diablo y los demás demonios fueron creados por Dios buenos por naturaleza, pero ellos se hicieron malos por sí mismos». Son palabras del Concilio IV de Letrán, que condenan el error de los cátaros, para quienes los diablos procedían de un principio absoluto del mal (cfr. Den-Sch, 800) .
3) Los demonios han llevado al hombre al pecado: «el hombre pecó por sugestión del diablo»(DZ n. 428.) .
4) A partir del pecado, los demonios ejercen un cierto dominio sobre la humanidad: el hombre pecador queda de algún modo «bajo el poder de aquel que tiene el imperio de la muerte, es decir, del diablo»(n. 788) . Este dominio es relativo y no implica derecho ninguno del diablo sobre el hombre. Deriva simplemente de una situación que de momento favorece al enemigo de Cristo.
5) La reprobación de los demonios es eterna, es decir, no tendrá lugar, debido a una imposibilidad intrínseca de reforma o cambio, ningún tipo de amnistía divina que pudiera eliminar la condición réproba de Satanás y sus ángeles. El castigo de los demonios no es por tanto un castigo temporal.

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9 Oración

¡Oh Dios!, que con admirable sabiduría distribuyes los ministerios de los ángeles y los hombres, te pedimos que nuestra vida esté siempre protegida en la tierra por aquellos que te asisten continuamente en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...

 

10 Galería 

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