A modo de introducción.
¿Se debe proponer una “historia del arte cristiano” hasta el Medievo?
¿Ofrece algún interés general ese conocimiento?
En realidad, lo que interesa y fascina a cualquiera -en un momento dado, detalladamente- es la contemplación de una sola
obra bella que conmueve el propio sentido estético; no la información acerca de una amplia historia del arte en la cual se
enmarca tal obra. Sin embargo, la seguridad de que existen multitud de realidades artísticas que llenan de espíritu cada
época -esa conciencia- es también importante, porque deja la impresión de vivir dentro de un universo de belleza recreada,
inmersos en el misterio absoluto y providencial del arte y –muy en particular- del arte cristiano. Con esta perspectiva sí
es valioso y oportuno aproximarnos al dilatado panorama de la historia artística, aunque ésta nos parezca remota, y, en
particular, de la estética nacida al compás del cristianismo.
Cuando tratamos del arte cristiano ocurre, además, una nueva experiencia: ese encuentro con una obra maestra puede elevarnos
a una mejor intuición y acercamiento de lo divino. Es decir, como ya expusimos en páginas introductorias, la visión del
maravilloso conjunto histórico de la estética nacida de la fe cristiana nos llega como impresionante testimonio creyente y
como signo del Misterio bienhechor de un Dios bello y creador de belleza para el hombre. Aunque, a medida que nos alejamos
en el tiempo pretérito, ese testimonio y ese signo estén envueltos en claves de comprensión más difíciles de captar.
De ahí la conveniencia de ofrecer aquí un bosquejo (no puede ser otra cosa) de la historia de la más exuberante expresividad
creyente plástica desde sus albores hasta el siglo XV.
Existe un arte cristiano dentro del arte global; por tanto, una historia del arte cristiano dentro de la historia del arte en
general. No disociadas ambas realidades, sino integradas, fecundándose mutuamente. Hasta el punto de que no se puede comprender
la historia común del arte sin adentrarse en la historia del arte cristiano. (Si bien es cierto que para ello se requieran
categorías creyentes o, al menos, una clara apertura religiosa personal).
Aparece, pues, la importancia no sólo de conocer y disfrutar una obra maestra religioso cristiana, sino también de abarcar
(en lo posible, aunque sea con una visión muy rápida) la inmensa perspectiva y la epopeya de toda la historia del arte cristiano.
T
res observaciones (para recordarlas a lo largo del breve camino de estas páginas):
1ª La dimensión religioso cristiana ha estado presente siempre –y de una manera sustancial y determinante- en la
expresión artística occidental y oriental. En todos los movimientos y escuelas y en cada uno de los grandes
maestros… Quizás también porque cualquier arte noble puede entenderse como búsqueda y manifestación de lo divino,
aguardando que esa tensión se explicite de la manera más precisa.
2ª Más aún: es frecuente que obras reconocidas como cumbres de un autor y de un momento sean precisamente obras de
profundo carácter religioso cristiano, expresión indudable de una fe personal y colectiva. (Pensemos, por ejemplo,
hablando de pintura, en el icono de la Trinidad, de Rublev, en La Piedad del Vaticano o el techo de la Sixtina, de
Miguel Ángel, en El regreso del hijo pródigo, de Rembrandt, en El entierro del señor de Orgaz de El Greco, o en La
última comunión de San José de Calasanz, de Goya, etc.) Y ocurre también que en bastantes maestros (góticos, primitivos
o barrocos) la casi totalidad de su producción tiene ese signo creyente.
3ª Se impone –al ir caminando- el hacer una selección (casi siempre reducida) de las obras. Aquí se ha hecho –como ya
dijimos- en función de la belleza, de la claridad y de la fidelidad expresiva de la fe cristiana. Eso no obstante, nuestra
referencia (a lo largo de las monografías) va a incluir casi mil obras maestras.
¿P
or qué, pues, este apunte sobre los comienzos del arte cristiano?
Estamos trabajando obras concretas de arte religioso (pinturas, especialmente, a partir del gótico)... Al hacerlo, solemos
entrar –como es lógico- en algún análisis del período artístico al que corresponden esas tablas, lienzos o frescos, y señalamos
las influencias que reciben de otros artistas y del mundo en donde nacen… Pero quizás nos falta no sólo saber situarlas en su
presente, sino conocer también algo de su prehistoria: tener una idea cabal de las diversas etapas de la historia espiritual
del arte que contribuyeron –casi genéticamente- a la concepción de un arte maduro específicamente religioso cristiano, tanto
en Occidente como en Oriente próximo. Impostando el mejor espíritu que venía alentando la historia hasta esa una época o
movimiento artístico, siempre en el intento de alzar la humanidad.
Si acertamos a situar las obras, sabremos colocarlas al lado de otras creaciones semejantes y dentro de una historia
anterior. Es decir, sabremos darle un valor más exacto… Y todo ello, además de enriquecer nuestra visión de la maravillosa
aventura humana y creyente que es el arte cristiano, nos ayudará a entender con más profundidad la obra misma que estamos
redescubriendo y elaborando y, después, a elaborar mejor la didáctica que hagamos de ella.
Por esta razón conviene que nos concedamos recorrer (aunque sea con paso apresurado) los primeros pasos de ese arte
cristiano (dentro de la historia general del arte en Occidente y en Oriente próximo); adquiriendo un esquema de etapas,
escuelas, autores y obras que –inmersas en lo universal- han sido y son muy significativas para la espiritualidad
cristiana. Y esto, aunque nos limitemos forzosamente a las áreas geográficas en donde hallamos lo más cercano y claro
(en cuanto a la pintura, al menos), es decir: a España, a Italia y a los Países Bajos (las tres zonas estrechamente
unidas por tantos vínculos de coexistencia política, de pensamiento y de sensibilidad durante siglos).
A
pesar de su esquematismo, esperamos que sea un recorrido apasionante, aunque complejo,
tanto como el alma humana.
Nuestra preferencia ha sido la pintura. Sin embargo en algunas de las etapas por las que vamos a transitar, las obras
maestras pertenecen a la escultura o incluso a la arquitectura; en cualquier caso no debemos separar las tres artes plásticas
(a la que añadimos el mosaico), sobre todo hasta bien iniciada la Edad Moderna (y hasta el Barroco).
En particular, recordaremos que la fe cristiana se expresó pronto en las edificaciones, alcanzando quizás su máxima
emoción estética y espiritual en la catedral gótica de la que hoy todavía disfrutamos. Pero éste es un tema que apenas
podemos abordar aquí; entre otras razones, porque exigiría –para ser vivencia- una visión in situ (directa, en el lugar),
que no es fácil, y una predisposición especial para apreciar el valor simbólico y religioso de la reconstrucción del espacio.
D
icho todo esto, presentamos el siguiente apunte a modo de resumen.
1.- El arte cristiano de los primeros siglos:
PALEOCRISTIANO, BIZANTINO y PRERROMÁNICO
“La aventura del largo encuentro
inicial entre la fe y la belleza”.
1.1. Aportaciones del primer arte cristiano: la basílica y la nueva iconografía.
El máximo valor del arte cristiano primitivo (s.I a V) fue significar un puente entre dos decisivas culturas
occidentales: la clásica (grecolatina) y la cristiana.
característica principal: llegar a sustituir el realismo clásico por el expresionismo cristiano, con un sentido simbólico
espiritual (de tradición hebraica, es decir, que evita representar la divinidad o el mundo celeste en imágenes).
S
e distinguen dos períodos:
1º anterior al Edicto de Milán (a. 313)
2º hasta el 476 (destrucción del Imperio Romano de Occidente); pero ambos períodos coexisten.
a) En cuanto a la pintura.
- Se pinta en paredes, primero, de las catacumbas; poco después, de algunos templos basilicales.
- Son imágenes simbólicas y escenas narrativas claras del Antiguo y Nuevo Testamento, entresacadas de la imaginería romana
clásica (con símbolos cristianos: el pan y los peces, la paloma, el pastor, las iniciales griegas de Cristo: PX,…).
Ej.: Adán y Eva en el Paraíso, El Buen Pastor,…; hechas con una técnica muy simple (los artistas cristianos pertenecían a
una clase social baja), siendo las figuras planas y sin fondo.
b) En cuanto a la arquitectura.
- No hay arquitectura inicial. Se usan las catacumbas (cementerios…). En Roma: San Calixto, Domitila…
- Desde el Edicto de Milán se reciben y se construyen:
1º. Basílicas: las primeras son idénticas a la basílica civil romana, útiles para concentraciones religiosas. Planta
rectangular. Tres partes: pública (atrio con fuente), semipública (nave central y, a veces, dos laterales), presbiterio. Así
Santa María la Mayor, San Juan de Letrán, de Roma. En Oriente, la planta suele ser de cruz griega.
2º. Baptisterios y mausoleos, circulares o poligonales.
c) En cuanto a la iconografía escultórica.
En sarcófagos. Al principio de forma velada (por las persecuciones). Con escenas bíblicas. Ej. En Écija (Sevilla),
en Catedral de Girona,…
d) En cuanto al mosaico.
Hay una transición hacia el mosaico bizantino. Ej. Pastoral celeste, en el sepulcro de Gala Placidia, en Ravena.
1.2. Arte bizantino cristiano (s. VI a XV)
Arruinado el Imperio Romano de Occidente, Bizancio representa para todos la continuidad y la revitalización del pasado
helenístico clásico y de la cristiandad oriental. Crea un arte imperial (al servicio del emperador –basileus-) y teológico
(al servicio de la fe). Pervivirá hasta 1453 (en que es tomada por los turcos).
T
res Etapas de Oro:
1ª El emperador Justiniano (s.VI hasta la lucha con los iconoclastas)
2ª Segunda mitad del s. IX a 1204: estética bizantina definitiva
3ª Período latino: hasta 1453
a) En cuanto a la arquitectura.
- Las construcciones más grandiosas corresponden a la 1ª Edad de Oro (s.VI, Justiniano): basílicas. En Occidente: San Vital de Ravena.
En Oriente: la impresionante basílica de Santa Sofía (: Cristo, el Verbo, la Sabiduría Divina) 532-537, por Antemio de Tralles e
Isidoro de Mileto, en Estambul, convertida mil años después en mezquita, y hoy en inevitable deterioro.
- Sistema de construcción (especialmente de Santa Sofía): muros de piedra y ladrillo, en las cúpulas, arcilla; arcos de
medio punto; bóvedas enormes (31 m. de diámetro y 55 de altura en la central de Santa Sofia), apoyadas sobre pechinas;
ventanas circulares (= gran corona) que producen luminosidad; espacio abierto. Columnas con capiteles de hojas talladas
a trépano. Mosaicos en las paredes.
b) En cuanto a las artes figurativas.
- El mosaico es lo más representativo. Gran riqueza de colorido y de composición figurativa y narrativa, exquisita finura,
y hieratismo, estilo helenístico. Ej.: grupos de La emperatriz Teodora y del emperador Justiniano, en San Vital de Ravena; Cristo
vestido de legionario romano, en la Capilla Episcopal de Ravena.
- En oriente, se desarrolla el culto a las imágenes, plasmadas en iconos: tabla de madera con láminas de oro o plata,
representando santos y misterios cristianos de las doce festividades mayores del año litúrgico (diversas escuelas). Gran valoración
popular (culto al icono).
- En la Segunda Edad de Oro el arte de los iconos (como reacción al exceso) se hace conceptual, abstracto;
expresa con simbolismo de la imagen (estilizada) la creencia teológica inmutable -que no admite interpretaciones subjetivas-:
en Cristo: en su señorío y poder espiritual: el Pantocrator.
en la Virgen: diversas concepciones teológicas. Por ej.: la Virgen kiriotissa (que hace de trono del Niño), etc.
Dada la importancia teológica y catequética de este arte fundamentalmente oriental, le dedicamos en este libro una
extensa monografía. A ella nos remitimos.
1.3. Arte prerrománico (occidental) (s. VI a IX)
En las provincias del Imperio Romano de Occidente se produjo una conciencia de ciudadanía, de pertenencia al ente universal
de Roma, basada en la ley y el derecho. El cristianismo prosiguió esa toma de conciencia incorporando la inspiración religioso
cristiana en la cultura y en las culturas de los pueblos bárbaros, todavía con la influencia bizantina. Así surge la Alta Edad
Media europea con un arte nuevo, que en España termina por incorporar también una parte de la experiencia islámica.
L
íneas o etapas del arte prerrománico:
a. El arte visigodo español, desde la conversión de Recaredo (587) y la unificación religiosa de España, hasta la invasión árabe.
b. El arte carolingio: s. VIII, expresivo de la pretensión imperial del reino franco de Carlomagno.
c. El arte prerrománico asturiano: en el Reino de Asturias, resistente a los árabes (s.VIII y IX)
d. El arte mozárabe: expresivo de un proceso de islamización cultural en la población cristiana de territorios ocupados por los árabes.
a) En cuanto al arte visigodo español.
Es una arquitectura menor, de tipo basilical. Emplea el arco de herradura. San Pedro de la Nave (Zamora). Edificación
estilizada y de ínterior ágil y clareado, con columnas de capiteles corintios y bizantinos, numerosas aberturas, y relieves
(en los que se prodigan las estrías): San Juan de Baños (Palencia), de planta original (porche, tres naves y dos capillas
laterales externas al frente), etc.
La corte visigoda de Toledo creo una rica orfebrería de joyas.
b) En cuanto al arte carolingio.
Es un arte cortesano (palaciego y eclesiástico a la vez). Capilla octogonal del Palacio de Aquisgrán; Iglesia de Saint
Germigny des Près, en Orleáns. Imita el juego de contrapesos de la arquitectura bizantina.
c) En cuanto al arte prerrománico asturiano.
Es fundamentalmente religioso (expresa la guerra santa del reino Asturiano). De dimensiones arquitectónicas reducidas; bóveda de
medio cañón, sobre arcos de medio punto y, a veces, arcos fajones (decorativos, al descubierto) y pilastras. Muros de mampostería.
Y exteriormente contrafuertes múltiples. San Miguel de Lillo, San Julián de los Prados…, Santa María del Naranco (inicialmente
palacio). Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, etc.
Existe también una rica orfebrería religioso cortesana. Cruz de los Ángeles de Alfonso II.
d) En cuanto al arte mozárabe.
Es fundamentalmente religioso. Parecido al visigodo (coexiste con él). El arco de herradura es más cerrado
(y se suele enmarcar con un alfiz árabe); las bóvedas de nervios (de tipo califal). Santa María de Melque, en Toledo,
San Juan de la Peña (Alto Aragón), San Miguel de Escalada (León), notable por la superposición de techos exteriores y
el porche de columnas.
Existe un arte de miniaturas, en códices.
1.4. Actitudes contemplativas que podrían sugerirse ante las obras de este primer arte del Cristianismo.
a) Respecto al arte cristiano más primitivo podrían ser:
- Admiración por el hecho de tratarse de “un arte a pesar de la persecución”, fuera de la ley y, por tanto, en clave.
- Admiración por el hecho de tratarse de un arte humilde y sencillo: nacido del pueblo, y, a la vez, capaz de integrar las
formas clásicas pictóricas y arquitectónicas; capaz, por tanto, de efectuar una transición cultural (expresiva de la Encarnación de
la fe en el mundo).
b) Respecto al arte bizantino:
- Desarrollo de la sensibilidad estética ante la contemplación del mosaico bizantino: por su laboriosa técnica compositiva y
por el acierto difícil de la expresividad y del colorido de las imágenes.
- Entender la arquitectura bizantina como un deseo de manifestar el triunfo de la fe y la grandiosidad del Misterio de Dios:
Sorpresa por la audacia de la solución de los apoyos en la construcción de las grandes basílicas bizantinas: el Cielo se apoya
ingrávido sobre la Tierra.
Admiración por el efecto colosal y magnífico de las formas (bóvedas y espacios) en dichas construcciones.
Penetración creyente en la teología de los iconos orientales.
c) Respecto al arte prerrománico español.
- Desarrollo de la sensibilidad espiritual y estética al introducirse imaginativamente en los primeros templos cristianos de
España; sorprendiéndose a la vez por el clima de sosiego que imprimieron los constructores al espacio físico del templo. Asistir
así al nacimiento definitivo del Cristianismo en España.
- Participar de alguna forma en el intento mozárabe de conectar dos culturas: la islámica y la cristiana.
2.- EL ARTE ROMÁNICO y SU ESPIRITUALIDAD.
“La fe cristiana busca en el arte su refugio”.
2.1. Nacimiento e identidad del arte románico.
"Iglesias de peregrinación y monasterios".
1) Circunstancias históricas que propician el románico:
“El terror del año mil” (Henri Focillon):
Fueron malos tiempos los de la Alta Edad Media. Los siglos IX y X son, para toda Europa, siglos de invasiones (normandos, musulmanes…),
pestes, hambres y calamidades. Surge el temor de “una era final calamitosa”... Pasado el año 1000 y el 1033, hay un sentimiento
religioso generalizado de acción de gracias y de retiro del mundo, pero de encogimiento. Nace un arte europeo común (por primera vez),
intimista y de cobijo: el románico.
- Surgen por toda Europa monasterios de monjes que responden a una regla de vida común fija (benedictinos, sobre todo), que se desarrollan en el s. XI y se constituyen en centros de referencia humana y religiosa, guardianes de reliquias de santos.
- La fe lanza hacia la visita y encuentro de los grandes lugares santos: hacia la peregrinación a Jerusalén (Santo Sepulcro), a Roma (sepulcro de San Pedro y de los mártires) y a Santiago de Compostela (sepulcro de Santiago). Los caminos se inician en cualquier punto de Europa, y, al ser recorridos por todos, crean un espíritu común: la peregrinación y un arte común que se vive al servicio de esa vivencia, el románico. Las conexiones de iglesias y monasterios a lo largo de los Caminos son estrechísimas; crean –sin darse cuenta- una sorprendente unidad.
- Por otra parte, el estamento real y nobiliario –feudal- rivaliza en deseo de dominio sobre el clero y el pueblo, y expresa su poder en el castillo, no lejos de la iglesia. De forma recíproca la catedral románica aparece en bastantes casos como “castillo de Dios” (catedral de Dirham).
2) Peculiaridades nacionales en la arquitectura románica.
El románico europeo, inicio del nuevo arte.
a) Francia destaca por la gran cantidad y variedad de sus edificios románicos, debido a su condición de encrucijada de
todos los caminos de peregrinaciones, y de cuna de la reforma cluniacense (Cluny, en Borgoña).
- En Borgoña: Cluny, Santa María Magdalena de Vézelay (muy luminosa).
- En Normandía: con poca decoración escultórica. Catedral de Caen.
- Al Oeste: Catedral de Angulema (resabios bizantinos, profusión escultórica en la fachada, cúpulas sobre pechinas).
Santa Fe de Conques; Claustro de Moissac, etc.
b) Italia. Preeminencia de elementos antiguos (basilicales). El conjunto más importante es el de Pisa (baptisterio,
catedral y campanile). Lo más representativo: Iglesia de San Miniato al Monte (Florencia).
c) Alemania. A causa de los Ottones, estilo imperialista monumental. Catedral de Worms.
El románico español.
a) Penetración del románico en España.
- España vive una situación diferente a Europa: su lucha contra el Islam. El Reino de Navarra, poderoso, favorece
el Camino de Santiago y el asentamiento de francos (europeización). En la meseta del Duero, liberada, el campesinado es libre.
Al-Andalus islamizada está en crisis; el arte cristiano naciente apenas puede penetrar en ella.
- El románico español es importado (de Francia e Inglaterra). Aunque a influencia de lo cristiano-árabe va a ser perceptible en él. En la parte occidental pervive la influencia visigodo asturiana. Comienza en Cataluña y en el camino de Santiago.
- El área del románico se limita a la mitad norte (zona cristiana).
- Primeros edificios: Monasterio de San Martín de Canigó (1027); en Navarra: San Pedro de Leyre; San Martín de
Frómista (Palencia. 1066), pórtico de San Isidoro de León…
b) Zonas del románico arquitectónico español.
. El románico catalán es ornamental,
de influencia franco (carolingia)-árabe: Monasterio de San Pedro de Roda;
de influencia lombarda, de gran torre, de parca decoración. Monasterio de Santa María de Ripoll (con siete ábsides): la Oliva. Monasterios de San Clemente y de Santa María de Tahull;
de transición: catedrales de Tarragona y de Lérida.
. El románico navarro aragonés viene determinado por la catedral de Jaca. Decoración geométrica. Iglesia y castillo de Loarre; Monasterio de San Juan de la Peña; Monasterio de Eunate (poligonal).
. El románico castellano leonés: Iglesia de San Isidoro de León, (tres naves y tres ábsides; gigantesco arco del crucero,
tendencia al peralte en los arcos); San Martín de Frómista (lo mismo y torres cilíndricas; es el románico perfecto). Catedral
vieja de Salamanca y catedral de Zamora. (las dos con elementos bizantinos de Poitou). Colegiata de Toro (de clara influencia francesa).
personalidad del románico segoviano (San Millán, San Martín, San Esteban, ésta con torres solemnes y pórticos de arquería para uso popular).
En Ávila: Iglesia de San Vicente; alguna arquitectura civil: muralla de Ávila.
En Soria: San Juan de Rabanera, Santo Domingo, arquería de San Juan de Duero (que funde lo cristiano y lo árabe).
. Santiago de Compostela culmina con su basílica el románico español (1075 a 1105). Características:
1ª, creación de un espacio para la circulación de masas: planta latina, con tres naves y girola y crucero de grandes
dimensiones; gran triforio (para cobijo de peregrinos);
2ª, compendio de todas las creaciones románicas, de las diversas soluciones arquitectónicas anteriores, incluidos elementos árabes;
3ª, innovaciones propias: las proporciones mayores, la sensación de altura, por el peralte de los arcos, iluminación mayor
(desde el triforio).
2.2. Características generales de la arquitectura románica.
- Surge un nuevo espíritu arquitectónico:
+ se integran todos los elementos arquitectónicos anteriores: muros con sillares, pilar y columna, arco de medio punto;
+ pero sin la libertad anterior; sometidos a una métrica espacial común: unas medidas regulares proporcionales en la
longitud / anchura de la nave central y laterales;
+ desaparecen el arco triunfal y el atrio; pero hay una mayor atención a la fachada principal y a la firmeza del muro.
El edificio románico es un organismo que despierta y que adquiere seguridad en sí mismo.
- En la planta todas las líneas del trazado están determinadas por la cabecera. Ésta suele tener una nave circular o
ábside, que culmina cada nave lateral, albergando capillas alrededor del altar mayor (que permiten celebrar al mismo tiempo
varias Misas, o desarrollar varias devociones a santos). Los ábsides se conectan por la girola.
- Los elementos sostenidos son: las bóvedas de cañón (en Cluny –a.1100-) tienen 12 m. de diámetro y 33 m. de altura),
sobre arcos de medio punto (con frecuencia duplicados –intradós-) y sobre arcos fajones (exentos) y arcos formeros (paralelos
al eje de la bóveda).
- Los elementos sustentantes: El muro de sillería se refuerza con contrafuertes. En el interior no basta la columna
y aparece el pilar, más robusto. Las ventanas se estrechan. La luz disminuye.
- Junto a la iglesia aparece el claustro (deambulatorio) y otras dependencias monacales (refectorio, sala capitular, etc.)
.
2.3. La plástica románica. La escultura y pintura, arte decorativo románico.
a) Características generales:
- Subordinación al espacio arquitectónico. Especialmente en tímpanos, y capiteles (que obligan a retorcer las figuras
en posiciones acrobáticas, rompiendo las proporciones). Los relieves hacen de las iglesias un evangelio en piedra.
- La temática es antinaturalista; bíblica, con múltiples elementos de horror (¿fruto de los miedos generalizados, o de
fantasías orientalistas llegadas con los cruzados?, ¿olvido de la forma bella clásica?).
- Las imágenes (sobre todo las exentas) padecen rigidez y alargamiento, despreocupándose de representar los gestos del rostro y los movimientos. Muy poco a poco aparece la expresividad.
- En cuanto a una breve señalización de esculturas del románico europeo:
Predominan las portadas, y en ellas el Juicio Final, la imagen de Cristo en majestad y enseñante, etc. Son
bellisimas: “La Última Cena” (s. XII. Catedral de Módena), “Maiestas Domini” (portada occidental de la Iglesia
de Saint Pièrre, de Carennac. Francia), el relieve de “Lázaro y el rico Epulón” en la Iglesia de San Pedro de Moissac
(Tarn et Gagonne); en Notre Dame de Paris: “Coronación y Dormición de la Virgen”, “Virgen con el Niño”…
b) La escultura románica española.
francesa en esculturas y relieves (capiteles, tímpanos, sepulturas, etc.). Tímpano y arquivoltas de Santo Domingo
de Soria; del s. XI: fachada de Platerías, de Santiago; portada más antigua de San Isidoro; piso bajo del Claustro de Silos
(relieve de la duda de santo Tomás). Del s. XII: portada de Ripoll, y de San Juan de la Peña. De transición al gótico: Cámara
Santa de Oviedo; portada de San Vicente, de Ávila; y, sobre todo: “Pórtico de la Gloria”, de Santiago, del Maestro Mateo.
A destacar también el “Crist de Mig-aran” (s. XII. Viella. Lérida).
c) La pintura románica, especialmente española.
- Importancia de la pintura románica: para cubrir muros, bóvedas y ábsides. Pero son escasas las muestras: sólo
en iglesias pequeñas (las grandes recibieron el revoco y reformas). Tienen como origen la influencia hierática bizantina
y la de los códices mozárabes.
- Características: dibujo grueso, color puro, carencia de profundidad y luz, paralelismo en la
disposición de las figuras, carencia de naturalismo, composición yuxtapuesta (las figuras no se relacionan).
- Temas: Pantocrator, Vírgenes bizantinas, escenas apocalípticas, escenas de martirio.
- Ej.: pinturas de las iglesias de Tarrasa, Santa María y de San Clemente de Tahull :“Pantocrator” y “Virgen”;
San Baudilio, de Berlanga; Vera Cruz, de Maderuelo, San Isidoro de León…
2.4. Actitudes contemplativas que podrían sugerirse ante las obras de arte románico.
1º Valoración y juicio crítico de los procesos que conducen a la creación europea del arte románico. En particular,
valoración eminente del sentido de protección, descanso e interioridad religiosa que ofrecen las iglesias románicas y los
monasterios, en función de servicio a los peregrinos del Camino de Santiago. Y extrañeza por la ambigüedad de algunas de sus
manifestaciones decorativas.
2º Admirar la estrecha conexión que tienen entre si las iglesias románicas y los monasterios románicos en todo
el espacio europeo en un tiempo en que las distancias son considerables. Y así mismo, la relación entre la edificación
románica religiosa (iglesia o monasterio) y su enclave geográfico, y la relación entre la edificación románica religiosa
y el itinerario de una ruta de peregrinación.
3º Despertar una sensibilidad estética de agrado por
- las construcciones medievales románicas, especialmente españolas, por la armonía y belleza del conjunto externo, de las formas,
de la conjunción con el espacio natural y de la serenidad o grandiosidad de los espacios interiores de las mismas…; todo ello símbolo
del deseo de construir una tierra no ajena a Dios;
- las grandes portadas de los templos románicos, antesala de la esperanza;
- sentido de trascendencia en los mejores y mejor conservados relieves de portadas y tímpanos románicos y en sus esculturas.
4º Admirar con gusto el carácter narrativo (y de síntesis teológica) de la escultura románica en portadas, tímpanos o
capiteles, escogiendo aquellas muestras de mayor belleza e interés;
3.- EL ARTE RELIGIOSO MUDÉJAR.
“Un arte cristiano menor pero respetuoso de las culturas distintas”.
3.1. Nacimiento del arte mudéjar.
El arte mudéjar es un fenómeno artístico exclusivamente español y, desde luego, muy expresivo del proceso de encarnación que
acompaña al Cristianismo.
- Desde el s. XI al XIII hay una continua expansión de los reinos cristianos peninsulares (conquista de Toledo -1085-, Navas de
Tolosa, Reino de Aragón y Murcia). Se incorporan a la población cristiana comunidades islámicas.
- Mudéjar es el arte realizado en esa España, a partir del s. XII por artistas musulmanes o por artistas cristianos atraídos
por la belleza del arte islámico. Quizás por esta razón es sólo decorativo y arquitectónico, rehusando la pintura y la escultura
(prohibidas en el Islam y ausentes en el judaísmo).
- En iglesias o capillas, casas, palacios o castillos, murallas y puertas de acceso a recinto. Incluso en sinagogas
(los judíos usaron también este arte), de estructura semejante al templo cristiano, con tribuna para las mujeres.
L
o característico del mudéjar es, pues:
a) La fusión de estilos cristianos (románico y gótico naciente) con motivos ornamentales y materiales pobres
(ladrillo, yeso, madera) de Al-Andalus.
b) La preferencia por la ornamentación geométrica (más indiferente). Puertas desenfiladas (impiden ver el
interior. Patios con arcos lobulados.
3.2. Etapas y áreas del mudéjar.
Existe un mudéjar
- románico-mudéjar: s. XI y XII;
- gótico-mudéjar: s. XIII a XVI.
Sus áreas son:
El románico mudéjar castellano-leonés:
Toledo: Primer momento: reconstrucción de iglesias mozárabes: iglesia de San Román, Santa Eulalia... de escasa influencia
románica. Segundo momento: empleo de arcos apuntados y lobulados y bóvedas de ojiva: cabeceras del Cristo de la Vega y del
Cristo de la Luz; y, sobre todo, Iglesia de Santiago del Arrabal (la más perfecta).
: Iglesia de San Lorenzo y San Tirso de Sahagún. Numerosas iglesias del Duero, hacia Salamanca y hacia Medina.
El gótico mudéjar castellano leonés.
Toledo: sinagogas de Santa María la Blanca (s.XIII, cinco naves), y del Tránsito (s.XIV, decoración granadina); Puerta del
Sol, iglesia de Santo Tomé, Taller del Moro.
: algunas partes del Monasterio de Las Huelgas. Yordesillas, Palacio Real (hoy Convento de Santa Clara)
El mudéjar andaluz.
Con fuerte influjo nazarí. Alcázar de Sevilla (, por Pedro I; sobre alcázar almohade; Gran Salón de Embajadores,
cotechumbre de mozárabes). Capilla Real de la Mezquita, de Córdoba. Claustro del Monasterio de Guadalupe.
Fortificaciones: Torre de Don Fadrique (Sevilla)…
El mudéjar aragonés.
de artistas andaluces.
Decoración del interior y del exterior.
Cerámicas policromadas vidriadas.
Torres de iglesias parroquiales (que son campanario y puerta de acceso a la ciudad).
: San Martín (1315; según modelo de La Giralda: son dos torres cuadradas que una envuelve a otra)
4. EL GÓTICO, ARTE CRISTIANO POR ESENCIA.
“La luz, la altura y la libertad como
arte cristiano del pueblo”
.
4.1. Condiciones históricas que generan el arte gótico.
D
escripción general.
a) La evolución del pensamiento teológico y filosófico hacia un mayor naturalismo y racionalismo aristotélico sustituye al simbolismo y expresionismo casi estáticos del románico. Despierta el humanismo cristiano; por ejemplo, con San Francisco (s.XIII).
b) La reforma cisterciense (San Bernardo) critica los excesos decorativos románicos, y atiende sólo -por sobriedad- al desarrollo técnico y espiritual de los elementos estructurales en arquitectura, buscando la elevación del espíritu desde sí mismo y desde la materia.
c) El cambio de la estructura social abre el espíritu: frente al románico agrario y monacal surge la ciudad, la nueva universidad,
el aumento del poder real, y el sistema de gremios artesanales autónomos, incluso la conciencia de pueblo; todos con elevados proyectos
entre los que destaca la catedral gótica, signo del triunfo de la fe, y, a la vez, orgullo y vínculo de unidad de los ciudadanos, proyecto
común y central de la ciudad.
El arte gótico representa la culminación del proceso cultural y espiritual de Occidente, liberado de los temores y
de las opresiones de la alta Edad Media.
E
l estilo se desarrolla entre finales del s.XII (tras un período de transición) hasta finales del XV e incluso principios del s. XVI.
E
l arte gótico europeo a través de sus épocas.
Época 1ª: segunda mitad del s.XII y s. XIII. Época de fe, amor y entusiasmo. Gótico puro. San Luis de Francia :
rápida construcción de templos y expansión cultural, por la prolongada paz y seguridad. Catedrales con título mariano
(Notre Dame de Paris, Nuestra Señora de la Asunción de Chartres) Época 2ª: s. XIV y primera mitad del XV. Se oscurece
el panorama social. Guerra de los Cien Años. Intelectualización de la fe (por las Universidades). Cisma de la Iglesia
(Avignon)… Arte cortesano refinado: “gótico internacional”.
Época 3ª: segunda mitad del s. XV. Extinción de la espiritualidad que fundamentaba al gótico. Desarrollo de
la estética por sí misma: gótico flamígero, con decoración exuberante.
Características generales del gótico español.
El gótico entra en España a través del Cister: primer tercio del s. XII, Alfonso VII, Moreruela (Zamora). Se expande
en función de la Reconquista (de Norte a Sur)
.
Las estrechas relaciones con Francia, Flandes e Italia motivan los diversos estilos. Se desarrolla especialmente
en Cataluña, Aragón, Castilla y León, Valencia y Baleares. En Navarra el gótico es absolutamente francés. El Pórtico de
la Gloria (Maestro Mateo, último tercio del s. XIII) puede considerarse como protogótico.
4.2. Aproximación a la arquitectura y escultura gótico-cristianas.
4.2.1 La arquitectura gótica.
El gótico es ante todo ingeniería constructiva: avance máximo en el arte de edificar y de expresar con la edificación que integra un lenguaje expresivo, símbolo de una idea espiritual.
Dos son los elementos identificatorios de la arquitectura gótica: el arco apuntado (dos segmentos de círculo que se cortan al elevarse, como flecha lanzada a lo alto) y la bóveda de crucería (dos arcos perfectos que se entrecruzan permitiendo que descanse el casco). Estos dos elementos dan esbeltez al edificio y concentra los empujes (los pesos) en los ángulos, permitiendo ventanales (vidrieras), es decir: luz y policromía. En la vidriera se aúnan luz, color e imagen (así las vidrieras de las catedrales de Chartres, de León, etc.).
Más en concreto: Caracteres globales:
a) Verticalidad y altura (=elevación); desaparece la horizontalidad de triforios, fachadas, etc. La planta, muy alargada, acentúa la impresión de elevación. En la cabecera tiene la girola o deambulatorio, con capillas. Gran portada principal triple, con cuatro o seis arcos superpuestos que descansan sobre conjuntos de imágenes (apóstoles) adosadas al muro, y una central en el parteluz.
b) Naturalismo: la construcción aprende del orden de la Naturaleza. El aspecto exterior es trasunto claro de la ordenación interna (inspirada en las nervaduras ligeras y resistentes de las plantas; la teoría de los arbotantes y contrafuertes se asemeja a las patas livianas y arqueadas de los animales que soportan bien cuerpos pesados).
c) Elementos nuevos constructivos: el arco apuntado, que desvía mejor los empujes oblicuos del arco; y la bóveda ojival, que concentra los empujes en los cuatro extremos, que llevan fácilmente el peso a la tierra por arbotantes y contrafuertes ligeros. El pináculo, sobre los arbotantes, y la cercha, sobre la bóveda, tienen sólo función decorativa (o de protección de aguas). El muro románico es ya virtualmente innecesario. Sobre el cuerpo delantero, las torres, frecuentemente con el pináculo en gran flecha (Chartres, Burgos) que aumenta la verticalidad y la altura.
d) Son importantes los pilares con basamento, y la multitud de columnillas, adosadas o exentas. Pierden importancia los capiteles. La decoración de ellos y de los intercolumnios es vegetal.
e) Las vidrieras ocupan los grandes ventanales en ojiva y los rosetones de la fachada. Aportan, en un alarde de técnica del cristal, extraordinaria luminosidad polícroma, que apoya el efecto espiritual del interior, e ilustra la fe, con frecuencia de forma narrativa.
4.2.2 La escultura gótica.
a) En escultura se retorna a la belleza ideal de las formas naturales (descuidada por el románico). Surge la expresividad y el movimiento, y la sonrisa del rostro…; y se prodiga la imagen exenta (independiente del espacio arquitectónico)..
b) Independencia y naturalismo de las artes figurativas góticas.
- Cambio fundamental respecto al románico: un soplo de vida anima a las figuras, que ya no se subordinan absolutamente
al espacio arquitectónico. Actitudes y gestos naturales: la fe cristiana da vida, no muerte o pasividad.
- Se busca la belleza ideal de las formas naturales, representadas con ingenua sencillez y carácter narrativo de las
escenas. En el s. XIII tienen, sin embargo, cierto aire de solemnidad; desde el XIV el arte es más expresivo.
- Tipos de escultura: escultura de interior, en las arquivoltas (Vírgenes, ángeles, santos); escultura exenta: calvarios;
escultura funeraria. Temas religiosos. Normalmente polícroma.
- En las catedrales de Reims y de Amiens alcanzan la madurez de estilo: las imágenes de la portada se mueven ya con naturalidad
Ángel de la sonrisa del Maestro de la Sonrisa (Reims).
4.3. Áreas de la arquitectura gótica europea.
a) La arquitectura gótica francesa.
Nace en la región Isla de Francia (Paris). Abad Suger: Saint Denis.
Hitos: catedrales de Noyon (1150), Nuestra Señora de Paris (1163), Chartres (1195), Reims y Amiens (s.XIII).
b) La arquitectura gótica alemana.
Es de influencia francesa. Muy compacta en su exterior. Agujas caladas. Catedrales de Estrasburgo y Colonia (de inspiración francesa), de Friburgo, e Iglesia de Santa Isabel de Marburgo.
c) La arquitectura gótica inglesa.
Primer estilo (s. XIII), francés: catedrales de Lincoln y York.
Segundo estilo: gótico decorativo, flamígero (s.XIV). Bóvedas de nervios colgantes. Catedrales de Ely, Wells.
Tercer estilo (final s. XIV y XV): original inglés. Los ventanales se agigantan. Multiplicación de las bóvedas. Catedral de Gloucester.
d) La arquitectura gótica italiana.
El arraigo del gótico es precario, por la intensidad del legado artístico anterior. Sólo a través de los monasterios del Cister. Basílica de San Francisco de Asís.
e). La arquitectura gótica española.
A finales del s. XII se introducen las formas góticas en España, que evolucionan con cierta independencia (respecto
al resto de Europa). Hacia la mitad del s. XIII triunfa en Castilla el clasicismo gótico francés.
La arquitectura cisterciense tiene un gran desarrollo porque en todos los reinos hispanos se fundan estos
monasterios. El primero: Fitero, en Navarra; le siguen: Moreruela (Zamora) y Osera (Orense).
Al mismo tiempo, desde el s. XII existe en España el estilo mudéjar, en el que las formas y técnicas islámicas
se funden con las cristianas (en los territorios reconquistados), aprovechando para la construcción artistas y materiales
musulmanes (ladrillo, madera y yeso). Hay un románico-mudéjar y un gótico-mudéjar.
El gótico va a acompañar a la construcción de las grandes catedrales de la mitad norte de España, coexistiendo,
a veces, en ellas con estilos anteriores y posteriores.
En cuanto al esplendor catedralicio, surgen de golpe dos catedrales: la de Cuenca (final del s. XII) de origen borgoñón. Y la
de León (principios del s. XIII), netamente francesa, comparable y paralela en la construcción a las francesas, de planta semejante
a Reims.
En 1221 Fernando III el Santo comienza la de Burgos. La más genuina del s. XIII es la de Toledo, de cinco naves
(mucha anchura y menos altura).
En Cataluña y Baleares la catedral pierde ornamentación, debido a la predominante preocupación comercial y económica. Intenta
más resolver el problema de la visibilidad y de la comunicación en su interior. En Barcelona: la Catedral y la Colegiata de
Santa María del Mar; la de. Gerona (la mejor síntesis del gótico europeo), Palma de Mallorca. Y en el s. XV: avances estilísticos y
decorativos: catedrales de Sevilla, Salamanca y Segovia, e Iglesia de San Juan de los Reyes de Toledo.
4.4. La pintura gótica en Europa.
a) Carácter general;
El gótico limita mucho la pintura mural en templos (por la escasez del muro y por la altura de la bóveda). Sólo el gótico italiano
desarrolla esta pintura mural.
Se pinta sobre tabla, encima de altares. Sobre todo, como retablo (conjunto de tablas), pasando al tríptico y al políptico.
b) Fases:
1ª Estilo gótico-lineal (o franco-gótico). S.XIII hasta entrado en XIV. Dibujos sencillos de líneas que limitan
superficies coloreadas con un color plano, preciso y luminoso, muy bello y atractivo: en vidrieras (Chartres) y minitaturas
(Biblias historiadas, respaldos de sillería, etc. Destaca la escuela de Westminster. En España: miniaturas de las Cantigas
de Alfonso X.
2ª Estilo italo-gótico (o trecentista) En la misma época del anterior. Pinturas y mosaicos de influencia bizantina. Expresividad
del sentimiento (franciscanismo), y estudio de la anatomía.
Dos etapas:
el Ducento:
Escuela toscana: Giunta Pisano; escuela romana: (mosaicos de Jacopo Torriti del ábside de Santa María La Mayor).
Iniciado el Trecento:
Giotto (1266-1337) (y su escuela florentina), iniciador de la pintura moderna, orientada hacia el dominio de la representación espacial.
Escuela sienense: Simone Martini: “Anunciación”; retablo “Maestá”, de Duccio di Buoninsegna, discípulo de Giotto, (Catedral de Siena), “Madonna Rucelai”.
En Bolonia: “Virgen entronizada con el Niño y ángeles”, de Cenni di Pepi (Iglesia de Santa María dei servi). En Asís: “Descendimiento de la cruz”, de Pietro Lorenzetti (Basílica de San Francisco).
En España:
Después de Italia, España es quien ofrece más interés en la pintura gótica. En ella es donde menos se aprecian influencias extranjeras.
S. XIII: Miniaturas de la edición original de las Cantigas, etc.
Extraordinarias y bellísimas vidrieras de la catedral de León, excepción en este arte en España.
De influencia italiana es la escuela catalana:
J
aime Serra:
figuras pequeñas de aire oriental: “Virgen de la Humildad”;
P
edro Serra:
tabla de “La Anunciación” (Pinacoteca de Brera. Milán),
“Venida del Espíritu Santo y Coronación de la Virgen” (retablo de la Seo de Manresa);
L
uis Borrasa:
“San Pedro sacado de las aguas” (Iglesia de Santa María, de Tarrasa);
de la escuela valenciana:
P
edro Nicolau, Marzal de Sax:
“Retablo de San Jorge”;
“Escenas de la vida de Jesús” del Monasterio de Sigena (Huesca), en Museo de Arte de Cataluña…
Y vidrieras de la catedral de León.
También de influencia italiana, en la escuela castellana:
Retablo del arzobispo Don Sancho de Rojas (Museo del Prado);
“Jesús entre los doctores” (detalle del retablo de San Eugenio. Capilla de San Eugenio. Catedral de Toledo).
“El Crucificado”, (detalle del Retablo Mayor de la Cartuja de Miraflores. Burgos).
3ª Estilo internacional, en el centro de Europa, final del s. XIV y s.XV.
La escuela de Praga es uno de los centros creadores.
Fusión de los otros estilos;
estilización de las figuras,
valoración de lo anecdótico y expresivo,
predomino de las líneas curvas,
técnica minuciosa y detallista.
Pintores de la Corte de Borgoña.
Escuela de Colonia: Stefan Lochner: Virgen de la Rosaleda.
4.5. La escultura gótica, especialmente en España.
En Burgos y León están las mejores colecciones de imágenes del s. XIII:
“Doña Violante”, “Virgen Blanca” (Catedral de León y Catedral de Toledo).
“Crucificado” (Catedral de Palencia),“Virgen con el Niño y santos” y “Virgen de la Misericordia” (en el Museo Marés de Barcelona)
En Cataluña, s. XIV, “Retablo de Cornella de Conflent”, de Jaime Castyls: imagineria funeraria de los
monasterios de Poblet y de Santas Creus. En la catedral de Sigüenza: “El Doncel de Don Enrique el Doliente”.”Nuestra Señora de
la Antigua” (Catedral de Granada). “Virgen de la Anunciación” (Catedral de León). “Crucifijo gótico doloroso” (Iglesia de San
Pedro. Sanlucar la Mayor. Sevilla). “Crucifijo” (Iglesia de Santiago. Trujillo. Cáceres).
E
l artista principal es Gil de Siloé: Portada de San Gregorio de Valladolid, Retablo de la Cartuja de Miraflores (Burgos).
En Francia la imaginería es riquísima e incontable. A destacar: el Maestro de “El Ángel de la sonrisa” (Catedral de Reims),
“Virgen con el Niño” (en el Monasterio de Zwetti. Austria)…
4.6. Pintura. Maestros y obras principales del gótico español.
El gótico religioso español de finales del siglo XIV y principios del XV, de gran riqueza expresiva y colorista, muestra una
clara influencia italiana. Posteriormente recibirá la influencia flamenca. Se desarrolla especialmente en Cataluña. Su representante
más significado es seguramente Pere Serra.
P
ere Serra (1357-1406).
selectas:
Retablo de todos los santos (1375), Monasterio de San Cugat.
Retablo de la Virgen de Tortosa (h. 1375). Museo Nacional de Arte de Cataluña.br/>
Retablo del Espíritu Santo (1394). Catedral de Manresa
Sin embargo, a lo largo del siglo XV un buen número de pintores españoles vive la estrecha relación
con los Países Bajos que nos caracteriza (a pesar de nuestra presencia en Nápoles). Se decantan entonces
por el renacimiento flamenco. Podemos considerarlos en buena medida como pertenecientes a ese grupo. Destaca
en ellos la riqueza del gótico, la ingenuidad de las figuras (todavía hieráticas) y un hondo sentir religioso
en su iconografía evangélica.
L
luis Dalmau (1400-1461):
Retablo de la Virgen dels Consellers. Virgen con Niño (1443-1445) Museo Nacional de Arte de Cataluña. Barcelona
N
icolas Florentino (1413-1470):
Retablo de la Catedral Vieja de Salamanca (1430-1450)
J
aume Huguet (1413-1492):
En el Museo Nacional de Arte de Cataluña, de Barcelona:
Retablo de San Miguel: la Mare de Deu y santas (1455-1460)
Camino del Calvario (1460-1475)
Ordenación sacerdotal de San Vicente (1455-1469)
Consagración de San Agustín (1466-1475)
Última Cena (1470)
En otros lugares:
Retablo de la Transfiguración (1466-1475). Catedral de Tortosa
Flagelación de Cristo (1450). Museo del Louvre
Virgen con Niño entre ángeles músicos (1450). Museo Diocesano de
Retablo de la Epifanía (o del Condestable) (1464-1465). Museo Histórico de la Ciudad, Barcelona
F
ernando Gallego (1467):
Cristo bendiciendo (1494-1507). Museo del Prado
P
edro Berruguete (1450-1504):
A la Virgen (h. 1480). Cartuja de Miraflores,
La oración en el Huerto (h. 1500)
La Virgen con el Niño (1560). Museo del Prado
Retablos de la Catedral de Ávila, de Santo Tomás de Ávila, de Paredes de Nava.
J
uan de Flandes (1465-1519),
De claro origen flamenco y seguidor de la escuela de Brujas, se afinca y pinta en España (como pintor de la reina Isabel la Católica),
constituye el máximo exponente del gótico renacentista español de estilo flamenco. Junto al hieratismo de las figuras aparece cierta
ingenuidad naif de los rostros y de las escenas, y un notable sentimiento y candor espiritual; todo lo cual da un notable valor
catequético a sus pinturas.
Describe las principales escenas evangélicas y del Misterio de Cristo.
A destacar:
-En el Retablo Mayor de la Catedral de Palencia. (1510-1518):
Anunciación
Natividad
Oración del huerto.
Cristo con la cruz a cuestas.
-En el Palacio Real de Madrid. (1496-1504):
Multiplicación de los panes y los peces
La tempestad calmada
Entrada en Jerusalén
Crucifixión
Aparición de Jesús resucitado a María Magdalena
Venida del Espíritu Santo.
La mujer cananea
Resurrección de Lázaro
Cena en casa de Simón
Cena de Emaús
-En otros lugares:
Las Bodas de Caná (1496-1504). The Metropolitan M. of Art, Nueva York
Crucifixión. Calvario (1496-1504). Colecc. privada. Madrid
Oración en el huerto (1514-1518). Museo del Prado
Pentecostés (1514-1518). Museo del Prado
Anunciación (1514-1518). National Gallery, Washington
Natividad (1514-1518). National Gallery, Washington
Adoración de los Magos (h. 1496). Iglesia Santa María, Cervera de Pisuerga (Palencia)
Bautismo de Jesús (1496-1499). Colecc. particular, Madrid
5. Actitudes contemplativas que podrían sugerirse ante las obras del arte gótico cristiano.
1º Sentir con cierta emoción creyente el hecho de que un arte tan esencial como es el gótico (que abarca tres largos siglos)
es fundamentalmente religioso cristiano, y es –todo él- una expresión magnífica de la fe cristiana: de la fe que viene de una larga
crisis, y que intenta -con la ayuda de Dios y de la fe de tantos hombres- redescubrir la grandeza y la
esperanza del Misterio de Jesús.
Así, de esta forma, con ese espíritu a través de la contemplación sosegada de las numerosas obras
que ese tiempo nos ha legado.
En concreto el sentimiento espiritual liberador que trae el gótico, al menos en su primer período, naciente, entendiendo sus
sentimientos dominantes de elevación, luminosidad, belleza ideal, espacio libre, etc.
2º Admirar y gustar estéticamente –también emocionados- la belleza gótica de:
- los conjuntos arquitectónicos en su exterior, especialmente de las catedrales, al menos las más
significativas españolas y francesas;
- el interior de las naves catedralicias;
- las portadas principales de dichas catedrales;
- algunas esculturas más significativas;
- algunas tablas pictóricas más significativas y sugestivas de la alegría de la fe;
- un retablo o un políptico.
Y
quedarse sobrecogidos por la incomparable apuesta arquitectónica del gótico.
3º En particular, descubrir la catedral gótica como gran síntesis teológico popular del Misterio Cristiano,
y como proyecto central de toma de conciencia y de afirmación de la ciudadanía burguesa y popular precisamente
a raíz de una construcción cristiana...
4º A ser posible, permitirse una convivencia física y espiritual de algunos días en uno de nuestros
monasterios cistercienses.
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cap. XII, Arte Prerrománico; cap. XIV, Arquitectura románica; cap. XV, Escultura románica; cap. XVII, Arquitectura gótica; cap. XVIII,
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Historia del Arte Español. Planeta Lunwerg. Barcelona 2004. Volumen IV. La época de los monasterios. La plenitud del románico.
Volumen V. La época de las catedrales. El esplendor del gótico.
Summa Pictorica. Planeta. Barcelona 1999. Tomo III. La pintura y su época – II La pintura del gótico internacional; Lluis Dalmau.
Jaume Huguet. Pedro Berruguete.