Rezando con los iconos

"Así como la lectura de los libros materiales permite la comprensión de la palabra viva del Señor, del mismo modo el icono permite acceder, a través de la vista, a los misterios de la salvación" (Juan Pablo II, Duodecimum saeculum).

 

La Virgen Hodigitria

1.-Introducción

Uno de los  motivos más conocidos en la iconología mariana es el de la Virgen hodigitria, o “la que muestra el camino”. La figura estándar hace aparecer a la Madre de Dios con el Niño en brazos, generalmente en el izquierdo, mientras su mano derecha le señala, le muestra al espectador. La cabeza de la Virgen se inclina hacia su hijo.

Hodegetria (en griego, guía) es uno de los tipos más comunes de imágenes de la Virgen y el Niño. El bebé se sienta en las manos de la Madre de Dios, con su mano derecha bendice y con su mano izquierda sostiene un pergamino o libro.

La denominación "Vírgen Hodigitria" se extiende a todos  los iconos en donde la Virgen extiende la mano derecha en su gesto de “señalar el camino”, exceptuándose las que, aun conservando en todo la figuración de este icono,  tienen un motivo local (de Smolensko, de Tickvins, de Jerusalem…)o de devoción particular por razones de piedad popular (p.e., del Perpetuo socorro,…), para ser veneradas con nombres propios.

Se cree que la imagen de Hodigitria es una de las más antiguas, habiéndose formado en Palestina o Egipto antes del siglo VI. A partir del siglo VI, se distribuye ampliamente en todo el Oriente ortodoxo y Bizancio.

El-evangelista-Lucas-escribiendo-el-icono-de-la-Virgen2.-La historia

Una  tradición cuenta que, después del descenso del Espíritu Santo en Pentecostés sobre los apóstoles, el evangelista Lucas comenzó a pintar una imagen de la Virgen María, sin que lograra poder terminarla a pesar de sus esfuerzos. Ante su falta de habilidad, imploró la ayuda celestial, y sorprendentemente el dibujo se terminó solo misteriosamente. Dan fe de esta leyenda las múltiples versiones que hay del icono en los que aparece el apóstol Lucas delante de su caballete pintando a la Virgen.
Otra, más encantadora si cabe, nos dice que en vida de María el santo evangelista Lucas, que era un hábil pintor, dibujó en un lienzo una imagen de la Madre de Jesús y se la llevó a la Virgen para conocer su parecer. Al verse en el icono, la Virgen, recordando sus palabras referidas a sí misma en el saludo a su prima Isabel, dijo: “desde ahora me felicitarán todas las generaciones” (Lc 1,48) y, luego, señalando el icono, dijo a Lucas: “Mi gracia acompañará siempre a esta imagen”. La historia es luego pródiga en hechos milagrosos atribuidos al icono de la Virgen Hodigitria.
Lucas envió posteriormente este icono a Teófilo, gobernador de Antioquía, que era cristiano. Allí el ícono fue venerado no sólo por Teófilo, sino también por todos los cristianos de la ciudad. Tras un largo peregrinaje, el ícono sagrado llegó a Constantinopla desde Jerusalén, habiendo siempre colmado de favores a la ciudad que lo poseía. 

 

El ícono recibió el nombre de "Hodigitria", que significa"Guía", tras un esclarecedor milagro realizado sobre dos hombres ciegos, a los que recogió estando perdidos y los guio hasta dejar  a salvo frente a su icono en la Iglesia de Vlacherna, donde oraron y dieron cuenta de la intervención milagrosa de la Virgen..


Unos siglos después, cuando las persecuciones iconoclastas pusieron en peligro los iconos existentes, unos clérigos ortodoxos tomaron en secreto el ícono de Hodegetria de la Iglesia Vlacherna y lo llevaron al monasterio de Pantocrator. Allí lo escondieron en un hueco hecho en  una pared de la iglesia, sobre la que encendieron una lámpara, conjurándose a mantener el secreto de este lugar para proteger el icono a salvo de la persecución

Cuando volvió la paz a la Iglesia tras el Concilio II de Nicea, en 787, y cesó la persecución contra los iconos sagrados, se iniciaron los trabajos de localización del icono escondido de la Virgen Hodigitria, trabajos que se prolongaron sin éxito en el tiempo. 
Finalmente, no sin una revelación divina, el ícono fue encontrado escondido en la pared de la iglesia del Monasterio Pantokratov, sirviendo de señal una lámpara encendida que milagrosamente no se apagaba nunca. 

3.-La iconografía

El-evangelista-Lucas-escribiendo-el-icono-de-la-VirgenLa composición del tipo iconográfico “Hodigitria” presenta a la Madre de Dios y al Niño Jesús retratados casi frontalmente al espectador, dirigiéndose a él directamente, sin que sus rostros lleguen a tocarse. La Virgen inclina ligeramente la cabeza hacia su Hijo, mientras coloca su mano derecha en un gesto que tanto puede ser el propio de una actitud de oración, como de indicación, dirigiendo así la atención de los espectadores, hacia Jesús, el verdadero “camino”

El niño divino está sentado en el brazo izquierdo de la Madre, hace el gesto de bendición con su mano derecha, de manera tal que tanto se dirige a su Madre, como a los espectadores situados frente al icono. 

Con su izquierda sostiene un pergamino (con menos frecuencia un libro). 

Es una costumbre generalizada presentar a  Nuestra Señora con una imagen de medio cuerpo. Tampoco es extraño que el Niño pueda aparecer sentado sobre el lado derecho de la Virgen.

El icono de Nuestra Señora de Hodigitria fue muy respetado en Bizancio y desde su bautizo, en 989, sus copias se distribuyeron ampliamente por Rusia. 

 

 

4.-El icono

La Madre de Dios sostiene al Niño en la mano izquierda, la mano derecha del Señor se levanta en un gesto de bendición, en su mano izquierda está Esquema de la Virgen de Smolenskoel "rollo de la Escritura". 

Las inscripciones en la parte superior del icono son las propias de la Madre de Dios y de Cristo. Éste muestra la aureola cruciforme solo propia de Él.

En el reverso suelen aparecer motivos de las escenas de los días de la pasión: una vista de Getsemaní, la Crucifixión, la cruz, la inscripción de la cruz, etc.

Una variación muy extendida el Rusia de la Virgen Hodigitria es el icono de la Madre de Dios de Smolensko:
 Se ve la misma majestad en las poses de la Madre de Dios y del Emmanuel, los mismos gestos solemnes que se han descrito anteriormente. 

En este icono de la virgen María, el bebé está en los brazos de la madre, quien lo señala con una mano, atrayendo así la atención del espectador. Y de hecho, todos deben dirigir su mirada (incluidos los ojos espirituales) a Cristo. 

Aquí es donde radica el significado de este mensaje. Cristo en este icono bendice con un mismo gesto a María y a todos los creyentes. En su otra mano hay un pergamino que señala simbólicamente el Evangelio, un libro que también conduce a la salvación.

La mirada del espectador siente inmediatamente la fuerza expresiva de los personajes que, entre sí, parecen ignorarse, ambos con la vista puesta en un horizonte lejano, pero que se cruzan con la suya sin dejarle indiferente. El conjunto llena de esperanza al espectador.
La composición de la Hodigitria mantiene el uso simbólico de los colores y su significado religioso, asignando el color de púrpura fuerte, tan propio de la realeza bizantina, a su manto. Mientras,  el niño Jesús viste los colores blanco (símbolos de la pureza y de la luz del Tabor), y rojo (símbolo del amor y del fuego del Espíritu Santo.

 

 

 

Es interesante señalar que, en este icono que mostramos, ambos tienen aureolas doradas y la túnica de Jesús lleva ornamentación más rica que la de Madre.
La cabeza refinada de la Madre de Dios descansa sobre un cuello largo y elegante; está cubierto con un maforio decorado con tres estrellas: encima de la frente y en cada hombro,  símbolo de su  virginidad “antes del parto, en el parto y después del parto”, que es una decoración propia y canónica en todos los íconos de la Santísima Virgen. 
La Madre de Dios está representada de medio cuerpo, pero parece obvio que está de pie, porque Su Hijo no se sienta de rodillas: lo sostiene en alto y directamente sobre su mano izquierda en una pose ceremonial, como en los iconos bizantinos de Hodigitria mostrados en el punto anterior

5.-Teología

El título de este tipo iconográfico de la Theotokos se llama "Hodigitria", que en griego significa "Guía", muestra el símbolo profundo al que los íconos de la Virgen María, en general, nos remiten, porque la Madre de Dios nos lleva a Cristo. 

 

La vida de un cristiano es un camino que se recorre desde la oscuridad de este valle de lágrimas, y busca alcanzar la maravillosa luz de Dios; conduce desde el pecado a la salvación; promete llevarnos desde la muerte a la vida. Si la Virgen es el puente por el que el Salvador entró en el mundo, ahora Ella es el puente que a nosotros nos encamina hacia Él. La Virgen Hodigitria nos señala a su Hijo y nos guía hacia Él como el Camino necesario para llegar a la casa de nuestro Padre celestial.

Así, pues, el gesto de la Virgen señalando a Cristo es la clave interpretativa de este icono: la Madre de Dios nos orienta espiritualmente, nos dirige a Cristo, porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Su labor de mediación es insustituible: Ella le presenta nuestras oraciones, intercede por nosotros ante Él, nos mantiene en el camino hacia Él …  

Cristo, el Hijo único del Padre celestial, al incorporarnos a Él por el bautismo, nos convierte en hijos del mismo Padre celestial, pues como dice Juan, “Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!” (1Jn 3, 1).

María, al ser madre de Jesús, es también madre de los que nos hemos incorporado a Él, es decir, siendo madre de la Iglesia es madre nuestra. Como Hodigitria, nos señala y guía hacia quien puede decir : «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.” (Jn 14, 6)
Este señalamiento muestra el símbolo teológico que trasmite esta imagen: la llegada al mundo del Hijo de Dios, la encarnación de Dios para la salvación de la humanidad. El frágil niño es el Emmanuel, el Hijo de Dios, el rey celestial y el juez que viene. 

Su fiesta se celebra el 28 de julio (10 de agosto según el calendario juliano)

6.-Oración

Tiendo mi cantar a Aquel que me vio nacer;
¿En mi caminar quién me llevara hasta Él?
María, Señor, es la Madre humilde y fiel
que me llevara a tu Ser.

Mírala venir con la luna en los pies,
vestida del sol, doce estrellas en la sien;
mírala venir con la luna en los pies:
Ella es la señal y Ella es la Mujer.

Lo comprenderás, Ella te lo hará saber
y tú le abrirás las entrañas de tu ser.

Mírala venir con la luna en los pies:
Ella es la señal y Ella es la Mujer.

Mírala venir.

Te rogamos, Señor, que venga en nuestra ayuda la intercesión poderosa de la Virgen María,
para que nos veamos libres de todo peligro y podamos vivir en tu paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

GONZALO MAZARRASA, sacerdote y cantautor cristiano